Desde las primeras horas de la tarde,  familiares, militantes, vecinos así como representantes de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas se concentraron alrededor de una Legislatura porteña que al cierre de esta nota seguía fuertemente vallada en todos sus accesos y custodiada por agentes de la policía de la Ciudad.


“No homenajeamos asesinos” fue uno de los carteles que con más frecuencia pudieron observarse en las inmediaciones de Avenida de Mayo y Perú, así como en Diagonal Sur, Alsina y alrededores. También, abundaron las fotografías de la diputada nacional y candidata a vicepresidenta por La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, artífice de la convocatoria en la cual se invitó a llevar a cabo un “homenaje a las víctimas del terrorismo” en la Legislatura porteña, junto la legisladora porteña Lucía Montenegro y varios disertantes.


Ocurre que una parte de la sociedad y de la militancia política, social y de Derechos Humanos decidió salir a la calle a protestar frontalmente contra una convocatoria en dirección al negacionismo del terrorismo de Estado y una reivindicación de la “teoría de los dos demonios”.

Pudieron verse y escucharse no sólo cantos, sino también empujones hacia las vallas que custodiaban la entrada a la Legislatura. Promediando la tarde, asistentes a la actividad convocada por la diputada Villarruel ingresaron al recinto legislativo porteño. “El 4 de diciembre de 1973, nos pusieron una bomba nada más que por ser simpatizantes de Aramburu… destruyeron mi casa los jóvenes idealistas, hoy sus hijos, parientes, viene a pretender ser sus únicas víctimas”, dijo un señor antes de entrar.

Mientras tanto, familiares, militantes y vecinos, cantaban y portaban carteles: “Nunca Más”; “El único lugar para un genocida es la cárcel”; “Campo de Mayo no más refugio de genocidas”, “Memoria, Verdad y Justicia”; “Fue genocidio”, fueron algunos de los carteles, además de los carteles con las fotografías y los nombres de sus familiares detenidos-desaparecidos.


Silvia Márquez es la compañera de Juan Carlos “Negrito” Martínez, nacido el 5 de mayo de 1951 y secuestrado y desaparecido el 19 de agosto de 1976, a solo diez días de que naciera su hija Martina. Él fue militante de la Juventud Peronista (JP) en la Villa 20 de Lugano y organizador del Movimiento Villero Peronista (MVP) en la zona.


A metros de la valla que los separa de la entrada a la Legislatura, sobre la calle Perú y con la foto de su compañero, Silvia Marquez señala: “Juan Carlos desapareció el 19 de agosto de 1976, con 25 años, a punto de ser padre. Ellos no tuvieron piedad con ninguno. Hicieron un exterminio. Nosotros hoy estamos repudiando lo que ellos quieren validar, la ‘teoría de los dos demonios’. No era así. Nosotros estábamos totalmente desprotegidos de todo. Entonces, hoy estamos repudiando estos hechos que los lleva, a 40 años de democracia, a querer reflotar (esa teoría). Pero acá estamos presentes para decirles basta con este tipo de insultos”.


Por su parte, la esposa de Eduardo Miguel O’ Neill, médico neurólogo detenido desaparecido el 9 de septiembre de 1977, contó: “Mi marido era secretario general de la Federación de Médicos Residentes. El 9 de septiembre tocaron timbre a las 3 de la mañana. Se lo llevaron y nunca más supe nada. Esa noche también desaparecieron otros médicos de la Federación. Obviamente que hice hábeas corpus, todo lo que había que hacer. Lo único que me dijeron que eran del Primer Cuerpo del Ejército. Al día siguiente obviamente fui pero no pasó nada. Y gracias al fiscal Félix Crous y al juez Rafecas, en una causa que se llamó Jefes de Área, en la cual a partir de los lugares de donde habían desaparecido la gente, ellos hicieron un juicio a los jefes de área de esos lugares. Esos están presos gracias a Rafecas y a ese juicio cuyo fiscal era Félix Crous”.


“Los genocidas que reivindica Victoria Villarruel nunca dijeron qué hicieron con los desaparecidos, dónde están. Si ella reivindica esto, ellos fueron juzgados. Están presos porque la justicia los juzgó”, recordó.


Amplio respaldo


Entre los movimientos, el secretario general de ATE Capital, adjunto de la CTA de los Trabajadores nacional, Daniel Catalano, reflexionó: “La CTA y ATE estamos movilizando por la gravedad institucional… En una casa de la democracia se lleva adelante una actividad para seguir discutiendo la participación nuestros espacios de resistencia como espacios terroristas, en donde se quiere sacar responsabilidad a los militares, en donde se trata de humanizar a los genocidas que desparecieron 30.000… Nos movilizamos con estas preocupaciones, diciéndole al pueblo argentino que nuestros hermanos y hermanas desaparecidos no fueron terroristas, fueron revolucionarios, y hay una distancia enorme entre una persona que se levanta poniendo su cuerpo en riesgo para que haya democracia en su país. Y verlo como terrorista es realmente ilógico. Así que, contra el terrorismo de Estado, siempre”.


Por su parte, el diputado nacional y secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, planteó: “Estamos acá porque escuchamos la voz de los trabajadores, y de la CTA para repudiar el intento de reivindicar el terrorismo de Estado, nada más ni nada menos que en la sede de la democracia en la CABA. Es increíble que sus autoridades hayan permitido esto, que es claramente una afrenta a la Memoria, la Verdad, la Justicia, a la lucha de un pueblo que logró la condena de los genocidas, que fue parte del Nunca Más y que ahora (ellos, los convocantes al acto en la Legislatura) quieren borrar con el codo, con los dueños del poder económico, todo lo que avanzó este pueblo”.


Desde los movimientos sociales también la asistencia fue numerosa y variada. Eduardo Belliboni, de la mesa nacional del Polo Obrero, analizó: “Estamos aquí repudiando este acto de defensa del genocidio que en la Argentina dejó 30.000 desaparecidos. No es menor lo que está ocurriendo aquí, porque no es solamente eso, la reivindicación del genocidio, de la dictadura militar. Los Milei, los Villarruel pretenden un plan económico y, para aplicarlo, necesitan de la represión. Le están haciendo un guiño a los dictadores, a los militares, a los policías, y van a necesitar toda esa fuerza para frenar la resistencia de este pueblo que no se va a dejar doblegar por un gobierno de tipo fascista que va a ir contra los trabajadores. Como hizo Martínez de Hoz, que necesitaba a Videla, este también necesita a los milicos para reprimir a los trabajadores que vamos a resistir los planes de ajuste”.


En la puerta de la Legislatura, la diputada nacional y candidata presidencial del FIT Miriam Bregman señaló: “Estas personas dicen que apoyan la memoria completa, pero en realidad lo que quieren es la impunidad de los genocidas”.  En el recinto legislativo, el homenaje negacionista continuaba.