Las trabajadoras del Plenario de Sindicalistas mujeres lograron ayer que la Corriente Federal que integra la CGT incorpore en su programa la perspectiva de género entre los reclamos laborales. Invitada especial, Cristina Fernández cerró el encuentro con un llamado a la «unidad del movimiento obrero» junto a la candidata a diputada de Unidad Ciudadana, Vanesa Siley, quien reclamó mayor participación de las mujeres en los cargos de dirección.
En ese contexto, Cristina Fernández criticó la represión policial a la manifestación por la aparición de Santiago Maldonado. «Vimos imágenes que creí que nunca más iba a volver a ver. No hay que hacer nada para que te peguen, sólo demandar derechos. Volví a ver oscuridad en la Argentina, gente de civil sin identificación, que parecían manifestantes y después aparecían del lado de la policía. Quiero una Argentina en la que si sos de izquierda o derecha puedas expresarte, no quiero volver a ver oscuridad», convocó.
Cristina marcó posición en el debate que atraviesa a la CGT, al ponderar a sindicalistas como Walter Correa, Sergio Palazzo y la propia Siley, quien compartió escenario con ella en el cierre, una forma de potenciar a los candidatos de la lista de diputados de Unidad Ciudadana que la dirigente sindical integra en el cuarto lugar. También valoró a Hugo Yasky, de la CTA, organización que participó del encuentro a través de varios sindicatos y de la figura de Estela Diaz, secretaria de género de la Central, quien fue una de las oradoras iniciales.
La incoporación de la perspetiva de género fue anunciada por el titular de la Corriente Federal, el propio Palazzo, quien, de paso, adelantó que pedirá el paro general en el confederal de la CGT del 25 de septiembre.
La actividad fue organizada por la mesa de mujeres de la Corriente Federal, que encabeza Siley, secretaria general del Sitraju, el sindicato de trabajadores judiciales, quien informó que hubo mas de cien organizaciones y mas de mil mujeres en el debate de las comisiones. También se acordó seguir reclamando por la libertad de Milagro Sala y la aparición con vida de Santiago Maldonado.
Siley sostuvo: «Ellos necesitan barrer las defensas de los trabajadores y trabajadoras, cuando atacan a los sindicatos. Necesitamos mujeres en cargos directivos y de conducción en las organizaciones gremiales. Nosotras no somos la violencia, ni la patota». Y destacó la participación de las mujeres en la lista de Unidad Ciudadana. Entre el público aplaudía Walter Correa, también candidato a diputado, como anfitrión del encuentro que se realizó en el camping del sindicato de trabajadores del cuero. «Hay mucho macho en el sindicalismo que después es muy blando», criticó.
En ese sentido, Cristina sostuvo: «Cuando hablamos de sindicatos no estamos hablando de dirigentes, desde el neoliberalismo se intenta que la sociedad crea que los sindicatos son la historia personal de los dirigentes, y no , son la organización de los trabajadores», diferenció la candidata a senadora.
El plenario se dividió en tres grandes comisiones que trabajaron sobre la participación política de las mujeres en los espacios de decisión de los sindicatos, en particular el cupo y la paridad; las políticas de cuidado, expresadas en reclamos por licencias parentales y guarderías; y violencia en los espacios de trabajo, que incluyó el debate sobre políticas contra el acoso.
En la comisión de cuidados familiares se debatieron cuatro planos: la responsabilidad que le corresponde al Estado, la democratización de las relaciones familiares, la participación de la comunidad y el rol de las organizaciones sindicales.
En tanto, en la comisión de cupo se debatió sobre las dificultades de las mujeres para militar, y la discusión de mesa chica «de rosca en la que participan solo los varones». En la comisión de violencias se relató cómo el acoso no es un tema central en las organizaciones sindicales.
Al caer el sol en el predio de Exaltación de la Cruz, CFK anunció que tenía que ir a un encuentro con intendentes del interior de la provincia. Pero «las chicas» reclamaban su palabra. «Unidad de las trabajadoras, y al que no le gusta, que se joda», cantaban. «