El Juez Federal Daniel Rafecas procesó sin prisión preventiva, pero con un embargo de 400 mil pesos a Claudio Herz, el hombre que el 21 de julio pasado amenazó con “la horca” a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la puerta del Instituto Patria.
La amenaza se formalizó durante una manifestación contra la política sanitaria por la pandemia Covid 19. “El dolo exigido surge de manera evidente de las propias manifestaciones de Herz quien sabía que sus dichos tenían la fuerza de incitar a la violencia colectiva, pues el tenor de sus manifestaciones, en las condiciones de modo, tiempo y lugar dadas, estaban dirigidas a generar violencia”.
Herz (quien frente al Instituto Patria profirió frases tales como «no hiciste nada para protegernos y ahora te toca la horca»; “Te vamos a sacar a patadas en el culo»; “Les queda poco tiempo, los vamos a matar a todos»; «Te vamos a ahorcar acá adelante del Instituto Patria o sino delante del Senado”) se negó a declarar cuando Rafecas lo convocó a prestar indagatoria, acompañado por un defensor oficial.
Herz fue procesado por los delitos de “amenazas en concurso ideal con incitación a la violencia colectiva”.
Rafecas descartó dictar la prisión preventiva porque “no existe un peligro fundado por el cual se sospeche que el nombrado intentará eludir el accionar de la Justicia, sustrayéndose a la presente investigación, ni entorpecerla, ello por cuanto no sólo posee arraigo, sino que además no restan medidas de producción susceptibles de ser obstaculizadas”.
El juez desestimó el argumento de la protesta y el reclamo como fundamentación de las expresiones de Herz: “Debo afirmar que el derecho a la libertad de expresión y a la protesta se encuentran amparados constitucionalmente y su respeto es esencial para el funcionamiento del Estado de Derecho. Sin embargo las conductas delictivas analizadas a lo largo de la presente resolución exceden los límites de una protesta o de la expresión de ideas, sino que son acciones tipificadas por el legislador que vulneran bienes jurídicos individuales (tal el caso de amenazas) y colectivos (tal el caso de la incitación a la violencia)”
“Considero que intentar caratular los dichos del imputado bajo el rótulo de su derecho de libertad de expresión no justifica su proceder por el contenido y alcance de sus manifestaciones, toda vez que a partir de las mismas se han traspasado de manera evidente los límites de dicha garantía”.
“Las manifestaciones efectuadas por Claudio Pedro Herz fueron suficientes para configurar el delito de amenazas contra Cristina Fernández de Kirchner, su hijo y demás gobernantes e incitar a la violencia colectiva, por lo que de ningún modo se encuentran amparadas por las garantías constitucionales a la libre expresión”, resumió Rafecas.
Herz vive en una habitación de hotel en Moreno al 1300, de esta Capital, en donde fueron encontrados el megáfono, pendrives con información aún no desclasificada y panfletos de tono igualmente agresivo.