El 23 de octubre a primera hora, cuando acabábamos de conocer los resultados de las elecciones generales, desde la comisión directiva del Sindicato de Prensa de Buenos Aires tomamos una decisión urgente: convocar a una Asamblea General para debatir con todos los afiliados y afiliadas una postura de cara al balotaje. El sábado siguiente, cientos de trabajadores y trabajadoras de prensa votamos apoyar la fórmula Massa-Rossi. Muchos de quienes levantaron su mano ya habían elegido a Unión por la Patria en las PASO o las generales, pero para muchos otros sería la primera vez que votarían al peronismo en su vida. Había una causa mayor: todos coincidimos en que Milei representa una amenaza, no sólo para las fuentes de trabajo, los derechos laborales, los convenios colectivos de trabajo, y para tener ámbitos como la paritaria donde defender el salario, que SiPreBA logró este año por primera vez en su historia. No sólo por la defensa de los medios públicos y la libertad de expresión, esa que Milei ataca cada vez que tiene oportunidad como ataca a cada periodista que lo cuestiona. Sino incluso por la democracia, por los Derechos Humanos e individuales que hace 40 años son un ejemplo de la Argentina para todo el mundo.


Días más tarde, en un encuentro federal de la comunicación con participación de dirigentes de todo el país, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) votó un pronunciamiento similar.
Esto no implica un cheque en blanco a un futuro gobierno de Massa ni una pérdida de autonomía. Es tomar una decisión política en defensa de la democracia, pero también es elegir cuál es el mejor escenario futuro para las y los trabajadores de prensa.


Si Milei gana vamos a estar en la primera línea para enfrentar sus políticas anti populares. Si Massa gana también estaremos en la calle, como estamos ahora. El primer punto de nuestra agenda es la recuperación del poder adquisitivo y la pelea contra la precarización laboral, en una actividad con 45% de trabajadores bajo la canasta básica y 57% con pluriempleo.


Ignorar que el Estatuto del Periodista, los convenios colectivos de trabajo, las paritarias, e incluso nuestra Personería Gremial, se conquistaron en contextos democráticos de ampliación de derechos, y que eso implica avances concretos para los trabajadores y trabajadoras, es de una miopía que no resiste mayor debate.


Estamos convencidos de que los sindicatos deben construir espacios de discusión para que los trabajadores saquemos conclusiones democráticamente y nos expresemos con claridad, como sujetos políticos colectivos que somos. Evitar pronunciarse a favor de Sergio Massa, única alternativa en este balotaje para decir No a Milei, es un privilegio que la clase trabajadora no puede darse.


Estamos orgullosos de construir un sindicato que abre los canales de participación a todos los trabajadores y trabajadoras de prensa, que debate democráticamente. Sobre todo, estamos orgullosos de pertenecer a un sindicato que no es neutral y que decide expresar con total claridad que el 19 de noviembre, para que triunfe la democracia y no retrocedamos en nuestras conquistas históricas, hay que votar a Sergio Massa. «