Dos proyectos con perspectiva de género avanzaron este martes en el Senado. Por un lado, la Cámara alta votó la ley que incorpora el acoso callejero como un tipo de violencia y, por otro, dio media sanción a un proyecto contra la violencia política hacia las mujeres. Ambas votaciones fueron por unanimidad.
La nueva ley contra el acoso callejero introdujo su definición en la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres. Se trataba de un proyecto de la exdiputada kirchnerista Diana Conti, que había recibido media sanción de Diputados en septiembre de 2017. “La mayoría de las mujeres hemos sido víctimas de acoso sexual callejero por parte de varones que tratan a las mujeres como simples objetos de deseo”, afirmó en el recinto la presidenta de la comisión de Banca de la Mujer, Norma Durango (PJ La Pampa).
La norma define a la “violencia contra las mujeres en el espacio público” como “aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia, o generen un ambiente hostil u ofensivo”.
Además, establece que el Instituto Nacional de la Mujer deberá crear una línea telefónica gratuita, en forma articulada con las provincias, para dar contención, información y asistencia a las víctimas. Además, insta a las fuerzas policiales y de seguridad a “actuar en protección” de las mujeres cuando se produzcan estos hechos.
En tanto, por iniciativa de la senadora del FpV Nancy González, se votó la media sanción del proyecto contra la Violencia Política contra la Mujer. La legisladora sostuvo: “En nuestro país las mujeres históricamente hemos sido invisibilizadas de los espacios políticos. Hemos tenido que salir a la calle para exponer nuestros reclamos y conquistar nuestros derechos, que parecen elementales pero muchas veces no han sido tenidos en cuenta”.
“Todas las mujeres que estamos en política tenemos que soportar múltiples violencias y discriminación por género. Tenemos que soportar que nuestros hijos e hijas sean perseguidos porque estamos en política, cosa que a los hombres en política raramente les pasa”, subrayó.