Por videoconferencia desde la prisión, José Luis Zurita Delgadillo le dijo a los jueces que lo que más lo apena es escuchar a su padre llorar y pedirle perdón por haberle inculcado su cultura que hoy lo mantiene preso. Lo dijo en la Cámara Nacional de Apelaciones, donde su abogado pidió su excarcelación. Es que el estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) habló desde Marcos Paz, donde está preso por comprar hojas de coca para una celebración de la colectividad boliviana de La Plata, porque Marcelo Martínez Di Giorgi lo procesó por tener coca es para producir droga.
Zurita Delgadillo habló ante el juez Martín Irurzun de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones. Afuera, la colectividad boliviana realizó una akullicada –una coqueada- en Plaza Lavalle, frente a los tibunales de calle Talcahuano “en defensa de la hoja de coca y por la libertad de José Luis”.
La audiencia fue en el marco de un pedido de excarcelación planteado por su abogado Federico Ravina, en la que presentó cinco testigos -entre ellos la docente universitaria de la cátedra en la que el estudiante es ayudante-, que contaron quién es José Luis y su relación con la tradición cultural de su comunidad. También el CELS presentó un escrito y la Comisión Provincial por la Memoria se presentó como amicus curiare.
Zurita Delgadillo está preso desde el 25 de agosto cuando fue en su auto a Villa Lugano a comprar hojas de coca para la festividad de la Virgen de Urkupiña, que ese fin de semana festejó la comunidad boliviana en el barrio platense de Tolosa. Estaba en su auto, estacionado y chateando con su novia cuando los policías de la ciudad le pidieron que abriera el baúl del auto donde guardaba la coca-treinta kilos en total- y lo detuvieron. El juez lo procesó por “guarda para producción” de droga.
Desde las 11 la familia de Zurita Delgadillo junto a organizaciones migrantes y miembros de la comunidad boliviana se concentraron en la en la plaza con dos consignas: “Libertad a José Luis Zurita Delgadillo” y “La Hoja De Coca No Es Cocaína”.
Ravina exige que sea liberado porque el consumo ritual y cultural de la hoja de coca está protegido por la ley de drogas. El artículo 15 de la Ley 23.737 es explícito: “La tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes”. Pero eso no importó en Comodoro Py y en la declaración indagatoria el instructor anotó que las hojas eran “material estupefaciente”.
“Seguiremos movilizando las veces que haga falta hasta que quede libre, basta de criminalizar a la hoja de coca. Ninguna persona privada de su libertad por practicar sus tradiciones y costumbres”, reclamaron en Plaza Lavalle con una concentración con música de sikuris. “Les pido a todos: ayúdenme con la libertad de mi hijo. Estoy destrozada”, imploró Julia Delgadillo, la madre del estudiante detenido.
El lunes la familia recibió el respaldo de la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiña y del Nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel, durante una conferencia de prensa realizada en el Serpaj.
“No es solamente Martínez Di Giorgi”, dijo en ese contexto Ravina. Y apuntó: “Hay muchos jueces y muchos fiscales que le dan rienda suelta a esta idea que la hoja de coca es delito y la igualan a un estupefaciente”.
La semana pasada, en una conferencia de prensa en Universidad, reclamaron su liberación y brindaron su apoyo Horacio Frene, decano de la Facultad de Ingeniería, donde estudia José Luis; Guadalupe Godoy, de la Prosecretaría de Derechos Humanos de la UNLP, y Jorge Jaunarena, secretario de DDHH de la Facultad de Periodismo. La UNLP y el CELS anunciaron allí que se sumarán a la causa como amicus curiae en favor del joven. También la Defensoría del Pueblo de la Provincia y la Comisión Provincial por la Memoria dieron su apoyo. Antes el bloque de concejales de Unidad Ciudadana de La Plata habían ofrecido su respaldo.