Ex trabajadores de la empresa Ford Motors Argentina pidieron a los diputados de la provincia de Buenos Aires que traten el proyecto de ley que busca expropiar el quincho que la automotriz tiene en su planta de General Pacheco, que funcionó durante la dictadura cívico militar como un centro clandestino de detención. Quieren convertirlo en un sitio de memoria. “En ese Quincho sufrimos las primeras horas de desaparición forzada, y en ese quincho sufrimos las primeras torturas. Ese quincho, en definitiva, cumplió la función de Centro Clandestino de Detención durante el Terrorismo de Estado”, dijeron.
El pedido lo realizaron Pedro Troiani, Ricardo Ávalos e Ismael Portillo ante el presidente de la comisión de DDHH de Diputados, Miguel Funes, en un acto en el anexo de Cámara Baja bonaerense. Esos trabajadores fueron testigos en el juicio que en diciembre pasado condenó a 10 y 12 años de cárcel por complicidad con la dictadura al ex gerente de manufactura, Pedro Müller, y el ex jefe de seguridad, Héctor Sibila.
El pedido lo realizaron con una carta que dejaron al bloque de Unidad Ciudadana FPV-PJ y que enviarán al resto de los presidentes de bloque. Piden que los Diputados traten el proyecto que busca declarar Monumento Histórico Provincial y Patrimonial Cultural el inmueble donde funcionara el centro clandestino “El Quincho”, impulsado por Funes y presentado en septiembre pasado por la presidenta del bloque de UC, Florencia Saintout.
En diciembre pasado el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín condenó al jefe del Comando de Institutos de Campo de Mayo, Santiago Omar Riveros y los dos ex directivos por el secuestro de 24 delegados de la fábrica y confirmó lo que los trabajadores venían denunciando: que la Ford Motors cedió al Ejército uno de los quinchos de la planta de la empresa para que lo utilice como CCD. “Ese fue el peor momento dentro del año de detención. Nos maltrataron de lo peor, sufrimos las peores torturas”, recordó Troiani en el debate.
El acto se realizó en el anexo de la cámara de Diputados, en La Plata, donde los trabajadores recordaron lo que contaron en el juicio: que en el quincho fue centro de tortura. Ávalo contó que en 1976 lo secuestraron apenas se reincorporó luego una enfermedad y que lo estaban esperando.
-¿Qué hacés acá, negrito? Tomátela que te están buscando con tu foto de ingreso.- le advirtió un compañero cuando lo vio bajar del micro.
-Pero tengo que presentarme en el médico-, respondió Ávalos. Antes de llegar a la enfermería de la fábrica escuchó la misma recomendación y cuando le dieron el alta y el ejército lo secuestró en su puesto de trabajo. Y lo llevaron al quincho.
Ese lugar estaba dentro del terreno de la planta fabril, junto al campo de deportes, donde había otros cuatro quinchos con parrilla, sin paredes y techo de paja. A uno de ellos los militares lo habían cerrado uno con lonas verdes. Ahí los torturaron antes de trasladarlos a otro centro clandestino: la Comisaría 1° de Tigre.
“Con la Red Provincial por los DDHH, la Intersindical por los DDHH y con el colectivo de organizaciones que viene acompañando la causa Ford, entendimos que es prudente recibir a estos trabajadores, particularmente a quienes han sufrido esa complicidad civil del sector empresarial que han recibido una condena ejemplar”, explicó Funes.
El reclamo de los trabajadores es por el tratamiento del proyecto de expropiación del Quincho, pero también conversaron sobre otras iniciativas legislativas como la que pide al Ejecutivo la señalización del ccd, que también pueden caer en archivo si no se tratan en sesión. “Son todas iniciativas que buscan echar luz sobre el tema y que busca darle respaldo a estos compañeros y compañeras que durante más de cuarenta años venían buscando justicia”, cerró Funes.
Las mujeres de la Ford
Los trabajadores de Ford fueron acompañados por su abogada, Elizabeth Gómez Alcorta y por sus mujeres: Arcelia Ortíz, Gabriela Córdoba y Elisa Charlín. Se las conoce como “Las Mujeres de La Ford” y tomaron visibilidad durante el juicio, cuando contaron el proceso lucha en la búsqueda de sus maridos y de resistencia durante la dictadura.
En el debate fueron testigos clave: fueron ellas las que encontraron a sus maridos en la Comisaría 1° de Tigre y quienes tuvieron ante sus ojos los listados de trabajadores que iban a ser secuestrados en hojas con membrete de la Ford. Funes adelantó que presentarán un proyecto para declararlas “personalidad destacada” de la Provincia.