Este jueves el movimiento nacional justicialista conmemora con varios actos en todo el país, los 79 años del mítico 17 de octubre de 1945, que no fue un acto administrativo ni electoral, sino que fue un acto revolucionario de las y los trabajadores en defensa de su líder, y una jornada clave en la historia argentina contemporánea, que a base de fuerza popular y con la conducción estratégica de Juan Domingo Perón, selló no solo la única revolución pacífica de la Argentina y el mundo que transformó para siempre las relaciones sociales, culturales, laborales y económicas y políticas de las grandes mayorías populares, sino que puso de relieve a millones de argentinos y argentinas forjados en el trabajo que la oligarquía y sus cómplices de siempre se habían dedicado a esconder durante varias décadas. Para ser más precisos desde los gobiernos de Juan Manuel de Rosas y otras experiencias federales que atravesaron gran parte del siglo XIX.

Sin dudas la historia del peronismo es la historia de nuestro pueblo, con sus victorias y derrotas, con sus alegrías y tristezas, pero siempre poniendo el cuero para salir adelante y conservar cada uno de los derechos adquiridos. Esos mismos derechos que hoy, muchos se ven seriamente amenazados por un Gobierno nacional encabezado por los hermanos Milei (Javier y Karina), la vicepresidenta Victoria Villarruel y que además cuenta con el apoyo del endeudador serial Mauricio Macri (que reintrodujo al FMI a la Argentina) y varios dirigentes radicales y otros cómplices, entre ellos los tres diputados peronistas tucumanos que apoyaron con sus votos en el Congreso los vergonzosos vetos a las leyes de financiamiento jubilatorio y universitario.

En este contexto, y luego de la derrota de 2023, el peronismo enfrenta una crisis de conducción estratégica, y por sobre todo se encuentra atravesado en gran medida por un sentimiento generalizado de derrota y una falta –por ahora- de inventiva, que ayude a imponer una agenda que constantemente es monopolizada por el oficialismo.

Si bien no es motivo de este artículo analizar la derrota del peronismo, y menos aún, la derrota de cierta concepción que el peronismo mantuvo incólume durante décadas, sí cabe señalar que en gran medida el peronismo se corrió en los últimos años de su doctrina (por eso Perón marcó en la 13° de las 20 verdades peronistas que: “Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el Justicialismo”), ésta misma doctrina sí se llevó a cabo durante las gestiones de Néstor Kirchner, las dos como presidenta de su compañera de vida Cristina Fernández de Kirchner, y ahora por el gobernador Axel Kicillof, al frente de la provincia de Buenos Aires, territorio habitado por unos 17 millones de habitantes, donde se encuentra el 45% de la industria nacional y las pymes.

El gobernador Kicillof comanda una gestión que no solo recuperó a la Provincia del desastre que fue la gestión de la macrista María Eugenia Vidal, que entre otros puntos, y en mi caso puntual como morenense, no olvido la desidia de su gestión que ocasionó el crimen social del 2 de agosto de 2018 de la Escuela Primaria N° 49 «Nicolás Avellaneda», que se cobró las vidas de los queridos Sandra Calamano y Rubén Rodríguez; sino que encabeza la transformación de la misma con un Estado presente que garantiza el acceso a la educación, la salud, a distintos derechos y a una vida más digna para las y los bonaerenses, en medio del salvaje ajuste y desguace planificado del Estado que aplican Javier Milei y su equipo por órdenes directas de sus jefes financieros internacionales.

Por estos días los peronistas estamos debatiendo quien asumirá la conducción de nuestro partido en el orden nacional, y sin dudas las presencias tanto de Cristina Fernández de Kirchner y del gobernador de la Rioja, Ricardo Quintela, conjuntamente con los gobernadores peronistas enriquecerán al movimiento y lo sacarán de este parate en el que se encuentra hoy, pero es claro, que ante las acechanzas del futuro inmediato que vive y sufre a diario nuestro pueblo, se logrará definir esta conducción sin perder de vista la unidad, que posibilitará nutrir de nuevas ideas para que el peronismo vuelva a ser una opción de poder que enamore al pueblo, tan sufrido hoy por los ataques constantes de un Gobierno cuya sensibilidad social es similar a la de un iceberg.

Para finalizar, y con toda humildad, traigo de la historia uno de los pilares teóricos de nuestro movimiento nacional justicialista, del peronismo en su conjunto: Las 20 verdades peronistas

  • 1º) La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.
  • 2º) El peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular y, por lo tanto, no peronista.
  • 3º) El peronista trabaja para el MOVIMIENTO. El que en su nombre sirve a un círculo, o a un caudillo; lo es sólo de nombre.
  • 4º) No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.
  • 5º) En la NUEVA ARGENTINA el trabajo es un derecho, y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume.
  • 6º) Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista.
  • 7º) Ningún peronista debe sentirse más de lo que es ni menos de lo que debe ser. Cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca.
  • 8º) En la acción política la escala de valores de todo peronista es la siguiente: Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres.
  • 9º) La política no es para nosotros un fin, sino solo el medio para el bien de la Patria, que es la felicidad de sus hijos y la grandeza nacional.
  • 10º) Los dos brazos del peronismo son la justicia social y la ayuda social. Con ellos damos al pueblo un abrazo de justicia y amor.
  • 11º) El peronismo anhela la unidad nacional y no la lucha. Desea héroes pero no mártires.
  • 12º) En la NUEVA ARGENTINA los únicos privilegiados son los niños.
  • 13º) Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso el peronismo tiene una doctrina política, económica y social: el Justicialismo.
  • 14º) El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.
  • 15º) Como doctrina política, el Justicialismo realiza el equilibrio del derecho del individuo con el de la comunidad.
  • 16º) Como doctrina económica, el Justicialismo realiza la economía social, poniendo el capital al servicio de la economía y ‚ésta al servicio del bienestar social.
  • 17º) Como doctrina social el Justicialismo realiza la justicia social, que da a cada persona su derecho en función social.
  • 18º) Queremos una Argentina socialmente Justa, económicamente Libre y políticamente Soberana.
  • 19º) Constituimos un gobierno centralizado, un estado organizado y un pueblo libre.
  • 20º) En esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.

 (Juan Domingo Perón)