La Asociación Bancaria anunció un paro total de actividades en el Banco Nación a partir de las diez de la mañana para el este miércoles 24 de octubre, en rechazo al Presupuesto 2019 que se tratará ese mismo día en la Cámara de Diputados. También, para esa jornada la Bancaria dispuso un cese de actividades en el sistema financiero a partir de las 11 horas para los trabajadores bancarios de la Ciudad y el Gran Buenos Aires que participen de la movilización convocada por el sindicato al Congreso, punto de encuentro a partir de esa hora en Bartolomé Mitre y 25 de mayo. Y en esa línea, se facultó a las seccionales de todo el país a adoptar medidas similares. 

En líneas generales, la Bancaria reclama al Ejecutivo y al Congreso de la Nación “un presupuesto orientado a la reactivación de la economía nacional, la garantía de trabajo y vida digna para todos los argentinos, responsabilidad tributaria de quienes más tienen, el fortalecimiento del Banco de la Nación y la Banca Pública”.

En medio de una economía en crisis y con recesión, la Bancaria advierte que “la actividad financiera no está a salvo” con los vaivenes de las corridas cambiarias “y tasas de interés astronómicas”, que además de despertar desconfianza, ahogan la posibilidad de tomar créditos a familias y empresas que “empujan hacia la hiperinflación, hacia el quiebre de la cadena de pagos en la economía real” y la morosidad.

En relación a la situación del Banco Nación, el sindicato también advirtió que el Ejecutivo, en el Presupuesto 2019 “impone una nueva transferencia de 15000 millones de pesos” desde la entidad bancaria hacia el Tesoro Nacional hecha “a medida de esos acreedores que representa el Fondo Monetario Nacional”.

“Ello implica una severa descapitalización de la principal entidad del sistema financiero, un severo riesgo de descalce para el BNA, al que también se impone la colocación en LELIQ de su encaje y un importante retiro de depósitos del sector público en razón de ese presupuesto. Conlleva un recorte significativo de su capacidad operativa y de actuación en el mercado financiero en un momento crítico”, advirtieron.

Además, La Bancaria advirtió que la imposición a los bancos de integrar sus encajes con letras del Banco Central, LELIQ, a 7 días supone riesgos para eventuales demandas de los depositantes, la “despatrimonialización” del Central, y “una fenomenal emisió monetaria en el cortísimo plazo que se incrementa cada vez que se renuevan esos instrumentos” con tasas de interés “usurarias”.