Durante el encuentro, que se realizó por videoconferencia, la ministra de Trabajo bonaerense, Mara Ruiz Malec, presentó una primera propuesta salarial a los representantes de SUTEBA, FEB, SADOP, AMET, UDA y UDOCBA que consistió en un incremento que, sumado al 16,7% acordado a comienzos del ciclo lectivo, totalizaría un 21,3%.
La mejora ofrecida incluyó una suma de 250 pesos al básico -calculado en base a diciembre de 2019- para el cargo más bajo de la escala salarial y el incremento de otras bonificaciones que ya son percibidas por los docentes. La suba era retroactiva al 1° de septiembre, e incluía una última revisión en diciembre. Desde el gobierno aclararon que la oferta implicaba «una suba de entre 21% y 23% acumulado anual, de acuerdo al cargo».
Como ya ocurrió con los estatales, el gobierno también propuso una suba del 30% en las asignaciones familiares que vienen muy atrasadas respecto de los valores que paga Nación.
El Frente de Unidad Docente rechazó la propuesta por considerarla «insuficiente» y por entender que pasaba «un trimestre» por alto. Reclamó entonces que la negociación sea «por todo el segundo semestre para llevar certidumbre» al sector y que «supere el ritmo inflacionario», según puntualizaron los sindicatos en un comunicado conjunto tras la reunión. También pidieron que el incremento «incorpore sumas al salario básico», con el objetivo de que la mejora alcance también a los jubilados.
En lo que va del año, los maestros percibieron una suba del 16,7%, en dos cuotas, acordada tras el piso que fijó la paritaria nacional antes del inicio de clases. El salario inicial con ese incremento está hoy en 31.059 pesos.
El gobierno provincial quedó en revisar la contrapropuesta gremial y pasó la negociación a cuarto intermedio para la semana próxima, pero sin más precisiones. En este sentido, el Frente solicitó que se defina «fecha y hora» de la nueva reunión de la mesa técnica salarial en forma «urgente» y agregó que «los docentes necesitan recuperar salario».
Ya en el final del comunicado, los gremios advirtieron al gobierno que «el mejor reconocimiento al enorme esfuerzo que están realizando, y el compromiso con el que enfrentan su labor cotidiana en este momento de la pandemia, es mejorar el poder adquisitivo del colectivo de los trabajadores y las trabajadoras de la educación».