«Esta paritaria no es producto de los paros, se logró dialogando y con los chicos en las aulas». La frase sintetizó una de las ideas que cruzó los seis meses de conflicto con los maestros bonaerenses, y fue lanzada por la gobernadora María Eugenia Vidal durante el anuncio oficial del acuerdo paritario alcanzado con los docentes en la Provincia: que los alumnos de la escuela pública fueron «rehenes» de los gremialistas. También exaltó el diálogo y remarcó la «intencionalidad política» que adjudicó a los gremios docentes. Y negó especulaciones electorales, pese a que el acuerdo llegó luego de la presentación de las listas que determinó el inicio de la carrera hacia las urnas.
Vidal anunció el acuerdo en la tarde de este martes fuera del territorio provincial. Durante una breve conferencia de prensa realizada en la sede del Banco Provincia en Capital Federal en la que estuvo ladeada por sus ministros de Economía, Hernán Lacunza, de Trabajo, Marcelo Villegas, y el director general de Educación, Alejandro Finocchiaro, la mandataria se encargó de remarcar que el acuerdo paritario fue del 21,5% anual «a lo que se suma la inflación».
Lo dijo poco después de que los maestros de los gremios Suteba, FEB, UDA, Sadop, Amet y Udocba -que integran el Frente de Unidad Docente (FUD)- que en La Plata anunciaron la aceptación de la suba que, con compensatorios, llega al 27,4%, y en el que remarcaron que lograron demostrar que las arcas provinciales tenían el dinero para el aumento y que de haber tenido intención, el Ejecutivo provincial podría haber cerrado la paritaria al inicio de clases.
Según la propuesta discursiva de la mandataria, el acuerdo se elevó apenas tres puntos y medio del 18 que ofrecieron inicialmente. Aunque luego explicó que se hizo un reconocimiento del 2016 del 2,5 por ciento, más una suma extraordinario para materiales didácticos de 1600 pesos por año, monto que fue financiado por Nación. Y destacó que salario inicial (de bolsillo) de un docente alcanza $12.151.
Hoy me parece un día importante porque lo que cambió fue la forma de vincularnos. No es una paritaria más, cambió la forma de vincularnos. Después de muchos años aprendimos a llegar a los consensos, resaltó Vidal. La gobernadora insistió en que durante los seis meses y catorce reuniones que llevó la negociación su gestión no especuló. No importó que sea un año electoral, dijo. Y como argumento dijo que de lo contrario hubiera acordado antes del inicio de clases.
En esa línea, y retomando la línea discursiva anti gremial y estigmatizadora hacia los representantes de los trabajadores que mantuvo durante todo el conflicto, resaltó que se alcanzó un acuerdo «aun cuando supimos que había intencionalidad política, y resaltó el pago de bonificaciones extras para los docentes que dieron clase en días de paro. También se retomó el latiguillo de la pesada herencia para cargar contra la administración anterior.