El presidente Alberto Fernández adelantó que impulsará un “impuesto extraordinario” a los capitales que fueron blanqueados en 2017 para financiar la lucha contra la pandemia en el país. También sostuvo que este lunes habilitará por DNU que los intendentes puedan controlar los precios. También reveló que le preocupa el manejo que está teniendo Brasil debido a la gran extensión de frontera compartida y el vínculo comercial con ese país.
El jefe del Estado sostuvo que le parece «mucho más razonable» el proyecto que presentará mañana el diputado nacional Máximo Kirchner (Frente de Todos), quien propone crear un impuesto «extraordinario» para aquellas personas entraron en el último blanqueo de capitales. Para el presidente tendría «más lógica» exigir un aporte excepcional a los que «más han ganado o se beneficiaron con el blanqueo después de defraudar al Estado y no pagar impuestos», que a los funcionarios o legisladores.
«Es mucho más razonable pedirles un esfuerzo a ellos que a Carla Vizzotti [secretaria de Acceso a la Salud], que gana 150 mil pesos y está todo el día en la calle viendo cómo combatir el coronavirus», afirmó en diálogo con El Cohete a la Luna , el portal que dirige Horacio Verbitsky . «La ley tiene una lógica mucho mayor que el proyecto de los que dicen ‘demos algo de nuestro sueldo'», agregó.
El Jefe de Estado anunció además instrumentos para poder seguir protegiendo a la gente, por ejemplo frente al aumento de precios, e instó a los bancos que a partir del lunes 13 de abril comiencen a otorgar los créditos para las empresas que lo requieren para poder pagar los sueldos de los empleados en este contexto de crisis.
«Estoy preparando un DNU que calculo estará listo el lunes para cambiar la ley de defensa de la competencia y para declarar autoridad de aplicación a los intendentes», anunció el mandatario.
Según explicó, los aumentos de precios se dan sobre todo en negocios de cercanía por lo que es «muy difícil llegar desde el Estado» y es más fácil hacerlo desde el municipio.
De esta forma, los municipios podrán controlar precios y aplicar sanciones en casos de aumentos no justificados.
En cuanto a los créditos, afirmó que «el lunes no ponga excusas y empiecen a dar los créditos», y advirtió: «No podemos tener tanta paciencia, hay que arreglarlo».
«No puede quebrar la empresa que tiene que pagar los sueldos, el lunes los bancos tienen que abrir lo necesario», agregó.
Estas medidas no están alejadas del cuidado de la vida de la gente y de su salud, la prioridad del gobierno desde el primer día, ya que frente al aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado el 20 de marzo y que rige hasta el 12 de abril, también es necesario cuidar que la gente no se quede sin trabajo y que las pequeñas empresas y comercios puedan pagar los sueldos de sus empleados y trabajadores independientes.
«Con la pandemia la prioridad fue la salud», dijo, y agregó que el resto de las prioridades de su gestión en cuanto a atender las necesidades de los que peor estaban, «no cambiaron» y «todas las medidas tuvieron siempre el objetivo de atender a los que peor estaban».
Lo que sí cambiaron, dijo Alberto Fernández, fueron otras prioridades, como «la negociación de la deuda» o «el défict fiscal», aspectos que, asumió, pasaron «a otro plano» a partir de la nueva realidad que planteó en Argentina y en el mundo la aparición del coronavirus.
«No sé si cambié yo las prioridades, el mundo cambió sus prioridades», dejó claro el mandatario, aunque insistió en que la prioridad uno fue y es «la salud».
En ese sentido, señaló que su preocupación fue «cómo poner en pie un sistema que había sido muy maltratado durante los cuatro años previos de gobierno», en el que «se habían roto los planes de vacunación, había millones de vacunas abandonadas en la Aduana y hospitales para inaugurar que no se inauguraron porque alguien pensó que no eran necesarios».
A nivel global, el jefe de Estado reflexionó sobre el rol de Estado y citó el caso de los países donde «la salud se privatizó toda, y la pandemia avanza de manera escalofriante» y de Alemania, un país con una fuerte presencia del Estado en salud que «preservó algo del Estado de bienestar y todavía tiene recursos para salir ante la pandemia y lograr controlar las muertes, porque, por ejemplo, tiene respiradores para todos».
En este marco, también planteó «volver a introducir el concepto de solidaridad en la economía mundial» porque esa pandemia dejó claro que «aquí nadie se salva solo», ni en el país ni en el mundo.
«Estados Unidos pensó que no le iba a tocar, y le tocó, y lo que le duele, y lo que le va a costar. Aquí nadie se salve solo», dijo, y llamó a «repensar estas cosas para hacer un mundo más equilibrado y justo».
En otro tramo de la entrevista el mandatario cuestionó que «muchas provincias cerraron los accesos a su territorio, y dijo: «Estamos en un estado federal donde hay límites, no fronteras».
También se refirió a «los estúpidos» que alientan la «psicosis» y «salen a decir que hay más muertos que lo que el Estado cuenta» o que es «necesario abrir ya la economía», sin mirar la pandemia.
«Los que gobernamos tenemos que ser conscientes, no mentirle a la gente y tener la máxima serenidad para no dejarse llevar por la psicosis, porque si no empezás a hacer lo que los locos quieren», enfatizó.
En este contexto, asumió que muchos dirigentes de oposición piensan que tiene que «terminar con la cuarentena» porque piensan que «total todos se van infectar y se van a morir, y lo que no tengo que dejar morir es la economía», e insistió: «Yo digo que no, porque una economía de gente enferma o gente muerta es una economía que no existe».
Dicho esto, el Presidente aclaró que no le gusta «generalizar» y resaltó especialmente el trabajo realizado con mandatarios de Juntos por el Cambio.
«Me he encontrado en Buenos Aires con un montón de intendentes que se han puesto codo a codo a trabajar conmigo, en la Ciudad de Buenos Aires, con un jefe de Gobierno que se ha puesto a trabajar codo a codo conmigo», elogió.
Fernández sostuvo que «sería muy injusto» si no reconociera eso, y mencionó al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a los intendentes de Lanús, Tres de Febrero, Vicente López y San Isidro, todos de Juntos por el Cambio.
«En verdad a los que nos toca gobernar sabemos el momento que estamos pasando. Es más fácil pararse enfrente y tirar piedras, este es un momento para no tirar piedra, en todo caso sentarse a pensar juntos posibles soluciones», indicó.