En un caso paradigmático de trabajo de hormiga, el dirigente bancario Sergio Palazzo logró sumarse la semana pasada a la nómina de aspirantes a la conducción de la CGT unificada a la cual ya estaban nominados por los sectores más fuertes del espectro sindical Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento; Héctor Daer, de Sanidad; y Carlos Acuña, de Estaciones de Servicio.
La candidatura de Palazzo quedó oficialmente en carrera el jueves gracias al apoyo del Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), la Corriente Sindical Federal, y desde ya, La Bancaria, un gremio que pese al contexto adverso para los asalariados viene de anotarse dos victorias: por un lado, la reincorporación de los trabajadores despedidos por el Banco Central tras el cambio de administración y, por el otro, la firma de un aumento salarial del 33% más un bono de $ 18 mil que rompió el techo que pretendió imponer el gobierno de Cambiemos.
Las CGT Azopardo (Moyano), Alsina (Caló) y Azul y Blanca (Barrionuevo) le bajaron el tono a la iniciativa del dirigente de filiación radical y ratificaron la intención de formar un triunvirato con un secretario en representación de cada una de las entidades. En ese orden, confirmaron el plenario de secretarios generales del próximo viernes 5 de agosto (que arrojará el tan advertido documento crítico del gobierno nacional) y el Congreso Normalizador del 22 de agosto que nombrará a las nuevas autoridades.
Los más contrariados con el panorama parecen ser los dirigentes del Movimiento de Acción Sindical (Masa) en el que se destaca el referente de los taxistas, Omar Viviani. Este grupo anunció el jueves que no enviará a sus secretarios generales al plenario del 5 y que, con la mira en el 22, buscará convencer al resto de ir por una conducción unipersonal. Una posición similar asumió el titular de la Unión de Trabajadores Rurales (Uatre), Gerónimo «Momo» Venegas, de muy buena relación con el oficialismo.
El crecimiento de Palazzo llamó la atención de las dos CTA que por estas horas intentan sumar el apoyo de ese dirigente a un paro general para el 11 de agosto, una medida que partió originalmente de ATE Nacional (ver aparte).
El lanzamiento de Palazzo se hizo oficial el jueves en la Asociación de Empleados de Farmacia (Adef) al cabo de una reunión en la que también se manejó la posible candidatura de Héctor Amichetti, secretario de la Federación Gráfica bonaerense.
Tras esa reunión el titular del gremio anfitrión, Víctor Carricarte, anticipó a Tiempo que el sector impugnará el triunvirato en las cumbres del 5 y el 22 porque «no tiene el consenso de todas las líneas internas de la CGT», mientras que Palazzo llega «con apoyo de las regionales del interior y de muchos delegados de distintos gremios». Además, realizará un acto de respaldo de la candidatura del bancario el 12 de agosto en Ferro.
A la hora de establecer diferencias, estos dirigentes remarcan la necesidad de que la nueva CGT tenga un perfil crítico de macrismo y «un contenido programático» más allá de la forma de la conducción. Ese será otro reclamo central, anticipó a Tiempo el gráfico Amichetti, también crítico del proyecto tripartito. «Con Palazzo hay una coincidencia programática: la CGT debe tener una posición clara contra este gobierno, de defensa de la industria y del Estado, del rechazo a la Alianza del Pacífico», enumeró. En cuanto al formato, el gráfico consignó que «preferimos un solo conductor porque una conducción compartida implica que hay más acuerdos de estructura que de programa», concluyó.
En tanto, el Masa coincide en el objetivo de una CGT «con programa y proyecto», pero plantea otro tipo de relación con el oficialismo: «Queremos debatir un proyecto en el ámbito del gobierno, hacerle conocer nuestra idea y no sólo un documento», explicó a Tiempo el titular de la Unión Ferroviaria (UF) y candidato único de ese espacio, Sergio Sassia. Con la mira en el 22, el Masa abogará por una conducción unipersonal «como plantea el estatuto».
La CTA busca respaldos para la convocatoria de la Marcha Federal
Como contracara de la indiferencia de las CGT, las CTA que encabezan el docente Hugo Yasky y el estatal Pablo Micheli, dieron cuenta rápidamente del ascenso del dirigente bancario Sergio Palazzo y lanzaron negociaciones con distintos referentes de los espacios que apoyan su candidatura para presidir una central obrera unificada. De llegar a un acuerdo, el anuncio se realizará el 7 de agosto, día de San Cayetano.
El objetivo de la movida es lograr el apoyo del dirigente bancario al paro nacional que convocó la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para el 11 de agosto, y al que luego adhirieron las dos centrales que encabezan Yasky y Micheli. La iniciativa se cruza además con el llamado a la marcha federal que lanzó la CTA de Yasky.
La recepción de la entente conformada por La Bancaria, el MTA y la Corriente Sindical Federal es buena. El jueves, en el lanzamiento de la candidatura de Palazzo, Radio Gráfica consultó sobre el tema al gráfico bonaerense Héctor Amichetti, quien reconoció la coincidencia de criterios y dejó abierta la posibilidad de acompañar la manifestación.
«Nosotros entendemos que lo que se está dando hoy en el interior del país debe estar reflejado en una marcha o en una acción conjunta», planteó Amichetti. El dirigente agregó que «tiene que haber precisamente a partir de esas acciones que se están dando en el interior una confluencia, para que la cuestión venga como ha venido siempre del interior hacia Capital con protagonistas que son las propias seccionales de la CGT en cada una de las provincias».