El secretario general de la Asociación Bancaria, y dirigente de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo convocó a armar «un frente que tienda a modificar la realidad actual que ha impuesto este gobierno» y sostuvo que el movimiento obrero debe «conducir la protesta social». También llamó a «conformar un espacio político lo más amplio posible en donde converjan distintos pensamientos políticos con un ideario detrás de ese programa».
Palazzo conversó con Tiempo Argentino durante el Encuentro Nacional de Trabajadoras Bancarias, en el que también expusieron Pilar Calveiro, Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Rita Segato, Master y PhD en Antropología social por la Queen`s University. También estuvieron el Secretario Adjunto, Andrés Castillo y la Secretaria de la Seccional Buenos Aires, Alejandra Estoup, la secretaria de Derechos Humanos Claudia Ormaechea y 53 secretarios seccionales.
En ese contexto, el dirigente radical e histórico titular de los bancarios se diferenció de sus pares de la CGT al reclamarle al movimiento obrero organizado, del cual es parte, la conducción de la protesta social contra las políticas del gobierno de Mauricio Macri.
¿Cuál es, según su opinión, el rol del movimiento obrero en este momento, luego del paro nacional?
El movimiento obrero debe construir una propuesta en donde exprese claramente qué es lo que piensa respecto a la educación, la justicia y todos los grandes temas de la política nacional. En segundo lugar tiene que ser el gran articulador de la protesta social ante la diáspora política que hay. Y tercero, hay que conformar un espacio político lo más amplio posible en donde converjan distintos pensamientos políticos con un ideario detrás de ese programa. En ese andar, está el camino de lograr una construcción de un frente que tienda a modificar la realidad actual que ha impuesto este gobierno que tiene que ver con la caída del empleo, la caía del salario y la actividad económica, y la destrucción de la industria nacional.
Pero muchos dirigentes se preocupan más por la imagen del sindicalismo que por lo que están pasando sus bases.
Es que el movimiento obrero no es destituyente porque proteste. Creo que tiene que asumir la responsabilidad de la hora que es que a los trabajadores les va mal y tiene que confrontar con un modelo político. Después las interpretaciones que haga el gobierno y los medios concentrados, corren por cuenta de ellos. Nosotros tendremos la tranquilidad de conciencia de que no nos mueve ningún afán golpista. Precisamente le movimiento obrero fue el que más muerto aportó a sostener la democracia en la Argentina en los tiempos de la dictadura, así que creo que ese mote en todo caso sería para algunos que estuvieron en la plaza del sí el 1 de abril que reclamaban por mano dura para los trabajadores.
¿Se puede construir un espacio amplio o es difícil en el corto plazo y habrá que esperar hasta 2019?
Hay que dar el paso, si tenemos un proyecto por encima de candidaturas y de internas, el proyecto tiene que ser el movilizante. Después hay que buscar quien sintetice la intención de ese proyecto.
Palazzo le habló a su base. Caracterizó el momento. «Hay una fenomenal transferencia de recursos, sobre todo a partir del retiro de las retenciones. Es el poder gobernando para sí mismo», dijo, y comparó: «si a nosotros nos bajaran el 35% que pagamos de ganancias lo gastaríamos en consumo, no en poner cuentas off shore».
«Hay una diáspora en los partidos políticos de la oposición, vanidad para las candidaturas. Pero tenemos que armar un proyecto entre peronistas, radicales y socialistas que esté a la altura de las circunstancias», convocó.