El triunviro de la CGT y secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, confirmó que su gremio participará de la movilización del 1F hacia el edificio de la Corte Suprema para pedir el fin de la “injusticia y el lawfare”. “Necesitamos que la Justicia haga justicia y sea independiente”, afirmó el gremialista, el único de los tres secretarios generales de la central obrera que adhiere al reclamo.
Tiempo Argentino dialogó con Moyano que denunció un “plan sistemático” en contra de los gremios durante la presidencia de Mauricio Macri.
-¿Cuáles son los motivos para adherir a la marcha del 1 de febrero?
-Siendo de los dirigentes más perseguidos, a los que más causas se les armaron, donde estuvimos a punto de ser detenidos, donde nuestra organización gremial recibió una multa de 10 millones de pesos con más de 20 allanamientos, es necesario salir a la calle y movilizarnos para decirle no a la Justicia. Que de una vez por todas haga justicia. Es una vergüenza el video que quedó registrado donde la política, a través de Macri y de Vidal, apretaba jueces, fiscales y empresarios para hacer desaparecer a los gremios y sus dirigentes. No vemos diferencia entre el exministro de Trabajo de Vidal con el del asesino Videla, que se llamaba Horacio Tomás Liendo. Los dos alientan a desaparecer a los gremios y a los dirigentes y a perjudicar a los trabajadores.No puede ser que los fallos demoren 20 años. Tampoco que Macri y hasta el último concejal de la derecha no sean investigados, que las causas se cambien de un lugar a otro. Queremos una Justicia independiente, no vemos que eso ocurra en los últimos años
-¿Se puede considerar la participación como un acto de defensa propia de los gremios?
-No de los gremios, sino de la sociedad en general. Acá no es un ataque ni contra los Moyano ni contra otros dirigentes, hubo un plan sistemático para sacarle derechos a los trabajadores. Hay muchísimos actores de la sociedad que fueron perjudicados y perseguidos: los movimientos sociales o empresarios que han hecho las cosas bien pero que como no llevaron adelante las políticas de reforma laboral también fueron perjudicados. La política de la derecha es así, atacan a aquellos dirigentes que hemos estado en la calle y que vamos a seguir estando cada vez que vengan con políticas en contra de los trabajadores.
-¿Considera que durante el macrismo hubo un plan sistemático concebido para eliminar derechos?
-Por supuesto, la política impuesta por el Fondo Monetario Internacional era venir con una reforma laboral. El ataque hacia nuestra organización comienza en el 2018 cuando nuestro gremio y otros sindicatos, los pocos que seguíamos en la calle contra las políticas de Macri, rechazamos la reforma laboral. Fue la única ley que no pudo aprobar el macrismo. No lo perdonaron y comenzaron un ataque sistemático de armado de causas y de persecución mediática. Esa es la otra rama, que fue la protección de Clarín y La Nación, de tantos personajes nefastos como los Majul, los Wiñazki, los Leuco que permanentemente alentaban a la detención y a la persecución de aquellos dirigentes que nos oponemos a esa política liberal. Apuntaron contra esos gremios, no retrocedimos, no firmamos la reforma y ahí comienza todo el ataque.
-¿Cuál cree que fue el rol de Vidal en la “Gestapo” macrista?
-Eso ni se discute. El ideólogo político fue Macri y, en la Provincia de Buenos Aires, Vidal tenía la pata judicial que es (Julio) Conte Grand. Además, la pata mediática en la que estaban todos estos personajes que alentaban a la persecución y el armado de causas. Todo está de la mano de los empresarios a los que nadie nombra, pero también fueron responsables de este armado. Macri, Vidal, Bullrich, Carrió y toda la banda de fiscales de Conte Grand.
-Habla de las imposiciones del FMI en el préstamo a Mauricio Macri, ¿Qué posición tiene con respecto a la negociación de la deuda que lleva adelante el gobierno de Alberto Fernádez?
-Lamentablemente uno de los ejes de la marcha también tendría que ser: «Señores jueces, investiguen el escandaloso préstamo de 50 mil millones de dólares que pidió Macri». No se construyó ni una pared de medio metro. ¿Dónde está ese dinero? Hoy estamos padeciendo y muchas generaciones más también lo van a sufrir. Hoy el garrón se lo está comiendo el presidente Alberto Fernández. Estoy convencido de que este alargue que se produce de no acordar quiere decir que no se arrodilló, sino que está tratando de que sea un acuerdo digno. A nadie le gusta pagar y menos al FMI, pero es un acuerdo que se tiene que cumplir. Argentina pidió dinero y en algún momento lo tiene que devolver. Es un momento complicado en el mundo y en el país, pero está el compromiso y la tranquilidad que uno tiene de las charlas que ha tenido con el presidente y con el ministro Guzmán, que se han comprometido a que no habrá ajuste ni reforma laboral como presiona la oposición. No es casualidad que los tipos digan que en cinco minutos lo arreglan o que no quieran participar de las reuniones que convoca el gobierno. Están jugando abiertamente para que no haya acuerdo y que Argentina sea un caos económico y social. Un periodista me preguntaba qué iba a pasar si hay ajuste, saldremos de nuevo a las calles. Pero tenemos la tranquilidad de tener un gobierno peronista y que eso no va a ocurrir.
-¿Cómo evalúa la situación salarial?
-Es uno de los temas que hemos hablado con el presidente, está muy preocupado él y todos. Creo que tendría que haber un poco más de firmeza del gobierno para controlar los precios. Sabemos que los grandes empresarios argentinos no son solidarios, lo han demostrado en plena pandemia donde siguieron remarcando precios y no les importó la gente en plena crisis económica y sanitaria. Esperemos que si llega a haber acuerdo con el Fondo los empresarios demuestren esa dignidad hacia los trabajadores. Hoy vemos que falla el gobierno, tendría que ser un poco más duro en el control de precios y bajar la inflación. Ojalá que en los próximos meses baje la inflación, si no lamentablemente va a haber una carrera inflacionaria porque cada gremio va a salir a pedir por arriba de la inflación y esto no se termina más. Está bien lo de los Precios Cuidados, pero creo que el Gobierno se tendría que sentar en la mesa con los trabajadores, los sectores populares, los movimientos sociales y hacer una canasta de 20 o 30 productos que consume de forma masiva el laburante y sacarle el IVA. Porque los Precios Cuidados están bien, pero te ponen 1300 artículos donde entra champagne, whisky, eso no es un consumo masivo.
-El riesgo de no resolver la inflación, ¿impacta en el retraso salarial?
-Es una pelea que no termina más: a ver qué gremio saca más y se desborda todo. Hay que reconocer que el gobierno siempre dejó que las paritarias fueran libres, no le puso un techo como antes. La ventaja es que podemos discutir libremente, pero vamos a entrar en una carrera que no se termina más. Si no hay un compromiso del empresariado de decir: “Congelamos los precios por x tiempo”, va a ser una carrera que no sabemos cómo termina. «