La procuradora general de la provincia, María del Carmen Falbo, anunció hoy que se jubila y dejará ese cargo antes de fin de año. 

La funcionaria, que ocupa ese cargo vitalicio desde hace 12 años, comunicó la noticia a los 19 fiscales generales de todos los departamentos judiciales bonaerenses durante la reunión mensual en la sede de la Procuración, en La Plata. 

Falbo había iniciado a fines de agosto los trámites de actualización de su jubilación -puesto que ya es jubilada aunque de otro cargo- ante el Instituto de Previsión Social bonaerense (IPS).

Desde que asumió, uno de los objetivos de Vidal fue lograr la salida de Falbo a quien acusan de tener vínculos con el peronismo y en especial con el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Incluso el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, había dicho públicamente que ella tenía «un ciclo cumplido» y que debía irse. 

La embestida oficial a Falbo fue similar a la que atravesó este año su par nacional, Alejandra Gils Carbó. A lo largo del año varias veces se echaron a rodar rumores de renuncia de «Pochi» -como se la conoce-, algo que ella se encargó de desmentir. Más aún, consiguió que los procuradores del resto del país y también los fiscales emitieran un documento respaldándola.

Ahora, con el trámite jubilatorio a punto de salir, Falbo anticipó hoy a los fiscales y a su equipo que dejará el cargo de un momento a otro. Ella deberá presentar la renuncia y el Ejecutivo deberá enviar un pliego al Senado bonaerense con el nombre del candidato a reemplazarla. Mientras se resuelva el nombramiento, asumirá de manera interina el subprocurador Juan Ángel de Olivera.

La gobernadora María Eugenia Vidal tiene un candidato para ese puesto: el actual secretario Legal y Técnico, Julio Conte Grand, quien no sólo fue procurador porteño hasta el año pasado sino que es de extrema confianza suya y también amigo personal de la diputada nacional Elisa Carrió.