Papel Prensa SA anunció el último viernes un nuevo aumento del 9,5% en el precio de sus productos. Este es el séptimo incremento en lo que va de 2018 y de esta manera totaliza una suba del 79% en apenas seis meses. Este aumento supera incluso la increíble devaluación del peso argentino respecto del dólar, que en el mismo período acumuló un aumento del 61%, y agrava severamente la situación de cientos de publicaciones periódicas que dependen de este insumo fundamental.
Papel Prensa SA, empresa controlada por el Grupo Clarín, es la única fábrica activa de papel de diario en el país. Por tanto, cualquier modificación que realice en el precio de venta de sus bobinas repercute inmediatamente sobre la propia competencia del matutino que es emblema del grupo hoy manejado por Héctor Magnetto. Esta situación no solo genera un efecto distorsivo en el mercado gráfico sino que lesiona severamente la pluralidad informativa y, por tanto, nuestra democracia. Como denunció en junio de este año la asociación de Diarios y Periódicos Regionales Argentinos (DYPRA) en un comunicado publicado con motivo del día del periodista, la inacción del Estado ante esta situación, junto a «la escandalosa concentración de pauta oficial, la inversión desproporcionada en gigantes extranjeros de redes sociales y la inmanejable suba de tarifas pone en riesgo el periodismo en Argentina».