Luego de los tres días de protestas de policías bonaerenses en actividad y retirados, y de movilizaciones “anticuarentena” como la del 17 de agosto pasado, las organizaciones y movimientos sindicales y sociales nacionales y populares se encuentran frente al desafío de continuar con las medidas de prevención y distanciamiento social para cuidar a sus compañeros y al prójimo del riesgo de contagios. Pero, a la vez, tienen enfrente –al igual que el Gobierno nacional- a una oposición que no duda en salir a la calle, sin reparar en los nuevos enfermos y fallecidos por Covid que podría generar en cada acción.
Tiempo dialogó con representantes sindicales y de organizaciones sociales, que analizaron cómo transitan este momento excepcional, donde, incluso, ante la protesta policial se llegó a desactivar una movilización por “Paz y Democracia”, por pedido de las autoridades nacionales.
Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital Federal y adjunto de la CTA de los Trabajadores, evaluó: “nosotros venimos de insistir un montón para que la población se quede en su casa, tratando de hacer prevención. Este vienes lamentablemente perdimos otro enfermero en Capital Federal, ya fallecieron ocho por Covid. Y tener a la oposición que genera instancias en la vía pública no hace más que saturar el sistema sanitario. Duele perder compañeros, porque son muertes evitables”.
Según Catalano, gran parte de la responsabilidad política por esas acciones, al menos en la Ciudad, recaen sobre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta todos los días intenta de alguna manera abrir la Ciudad de Buenos Aires, y es responsable de cada uno de nuestros compañeros que van muriendo”, acusó.
Miguel Ángel Díaz, secretario general de la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires, gremio confederado en la CGT, marcó que “hay una provocación permanente, que sale de los laboratorios de Macri y Larreta, porque los dos son lo mismo. Más la oligarquía argentina, que odia fundamentalmente cualquier cambio social, y si viene del peronismo, peor. Entonces, nos quieren hacer creer que está todo bien, que, en realidad, hay que empezar a producir, que se tienen que morir los que se tienen que morir, con frases del tipo ‘de algo hay que morirse”, planteó.
Nicolás Caropresi, referente nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de la UTEP, analizó: “Los compañeros se cuidan por una cuestión de respeto al vecino, a la familia y a la vida ajena, más que a la propia. Y eso se da en un contexto donde no tienen grandes niveles de ingreso. Quedarse en casa es un sacrificio enorme, en familias donde muchas veces viven en casillas ocho o nueve personas. Por eso resaltamos el esfuerzo, coraje y responsabilidad de algunos compañeros, que para cuidar al prójimo se han quedado guardados”, resaltó.
“Lo que tiene el hecho de estar perdiendo la calle, es que ellos, con tres o cuatro locos, o mil, o dos mil, hacen creer que tienen reclamos genuinos, y lo único que hay es irresponsabilidad, individualismo, y además un intento claramente destituyente”, remarcó.
“Por primera vez la pobreza va a ser mayoría en Argentina. Entonces, cuanto más tiempo pase, y ellos tengan la calle a su disposición, van construyendo una agenda política y social que nada tiene que ver con la realidad de Argentina”, alertó.