En la misma sesión en la que la Legislatura bonaerense aprobó una radical modificación de la jubilación para los trabajadores del Banco Provincia, los senadores transformaron en ley un cambio sustancial para las cooperativas de trabajo que desarrollen actividades económicas en el territorio bonaerense, así no estén radicadas allí.
La decisión impone a estas cooperativas de trabajo el pago de Ingresos Brutos, tributo del que estaban exentas hasta ahora. La norma, que aún debe ser reglamentada, impone el pago a las cooperativas de trabajo el pago mensual de una alicuota sobre las ventas que varía según la actividad.
Esta imposición se da al mismo tiempo que las autoridades de la provincia reducen el impacto de este y otros tributos locales en actividades industriales y de servicios que desarrollan las sociedades anónimas, en el marco del acuerdo fiscal que firmaron el gobierno nacional y las provincias en noviembre último y que se transformaría en ley en los próximos días. En ese acuerdo general, las administraciones provinciales se comprometen a reducir el impacto de Ingresos Brutos y Sellos sobre las empresas.
Entre las cooperativas de trabajo se encuentran una gran cantidad que son empresas recuperadas por sus trabajadores, por lo general en arduas condiciones de actividad por la falta de capital de trabajo, bajos salarios y problemas legales por las demandas de los gobiernos locales y los ex dueños y sus acreedores.
«Este impuesto va a llevar al cierre de la cooperativas de trabajo», advirtió José Orbaiceta, tesorero de Cooperar, una confederación de cooperativas, y vocal de directorio del Inaes, el organismo nacional que regula la actividad cooperativista.
«Usan de excusa que hay empresas que se disfrazan de cooperativas de trabajo para esquivar sus responsabilidades tributarias. Pero eso no es razón para imponer un tributo de esta magnitud a cooperativas que no tienen fines de lucro», agregó.
La norma aprobada este martes 19 impone a las cooperativas de trabajo el pago de Ingresos Brutos siempre y cuando sus ventas del año anterior hubieran superado los 78 millones de pesos. Orbaiceta aseguró que ello deja afuera a una cantidad de cooperativas de trabajo, pero que si sobre el resto penderá un peligro. «Basta con que las autoridades muevan ese mínimo no imponible a una velocidad menor que la inflación para que cada vez más cooperativas de trabajo deban pagar Ingresos Brutos» sobre sus ventas.
Las alicuotas de Ingresos Brutos varían desde el 1,5% para las industriales hasta el 15% en el caso de las dedicadas a servicios de televisión.
Las cooperativas de trabajo industriales abarcan rubros que van desde la metalurgia hasta las textiles, pasando por el calzado, las alimenticias y la producción de software.
Las cooperativas que sí deben pagar este tributo podrán deducir el dinero que se destina a los retiros (el pago que recibe cada cooperativista por su trabajo; una suerte de salario del cooperativista). Según los cálculos de Orbaiceta, ese 1,5% se transforma en mucho más.
De acuerdo a los balances electrónicos que presentan las cooperativas de trabajo radicadas en la provincia de Buenos Aires al Inaes, 394 de ellas facturan unos $8600 millones al año. Si se deduce un 20% destinado al pago de los retiros de los asociados, queda una base imponible de Ingresos Brutos de $6880 millones. El 1,5% equivale a unos $100 millones.
El problema es que esos 100 millones de pesos representan el 7% del patrimonio neto de esas 394 cooperativas.
Visto desde otro ángulo, equivalen al 25% del excedente anual que tuvieron esas mismas cooperativas de trabajo fabriles una vez cancelados todos los costos. «Visto de cualquier lado, es una barbaridad. Se pierde de vista que se trata de cooperativas. Todo por un afán recaudador», señaló Orbaiceta.
Para Santiago Chalakian, contador y miembro del Grupo TES, «el impuesto tendrá un fuerte impacto económico sobre las cooperativas». El especialista explicó que «este tributo se suma en una situación recesiva a otros costos que tienen las cooperativas de trabajo, como los costos de operar con crédito. Las cooperativas tratan de absorber esos costos, pero se hace muy cuesta arriba».
El tributo impactará a las ventas que realicen las cooperativas de trabajo en el territorio bonaerense sin importar dónde estén radicadas.