Tras la ocupación pacífica del juzgado federal de Guido Otranto en reclamo de su renuncia tras el violento allanamiento que sufrieron el lunes, la comunidad mapuche de Vuelta al Río, cercana al Pu Lof de Cushamen donde fue desaparecido Santiago Maldonado, fueron víctimas de un nuevo ataque.
El miércoles por la noche, un grupo de personas armadas incendió al menos una de las casas de los miembros de la comunidad según alertó la dirigente mapuche Moira Millán y consideró que se trató de una represalia por la protesta pacífica que habían realizado esa misma mañana en el juzgado. Rogelio Fermín, miembro de la comunidad confirmó a radio Alas de El Bolsón que la casa de Marcelo Calfupan fue incendiada, y mientras avanzaba en la caravana de apoyo a la comunidad expresaba que «la comunidad de Vuelta del Río jamás ha tenido lo que el Estado argentino llama justicia». Al mismo tiempo contaba sobre «la sensación de bronca e impotencia de no saber si voy a encontra mi casa en pie». Mientras tanto, contra la evidencia, la policía de Chubut afirmó que se acercó a la comunidad pero que no encontró indicios del incendio. «Cuando no hay voluntad de encontrar nada, no se encuentra. Pero la realidad de la comunidad es esta. Por suerte, estamos recibiendo mucha solidaridad».
«En este preciso instante están quemando las casas de los hermanos de Vuelta del Río que vinieron a hacer la ocupación pacífica para pedir la remoción del juez Otranto, para que renuncie a su cargo», dice Millán al inicio del audio difundido anoche.
La dirigente agregó que «están tomando represalias contra nuestros hermanos y hermanas, aparentemente un grupo de hombres armados que no sabemos si son policías o parapoliciales», y agregó: «ellos están llevando adelante estos crímenes».
En apoyo a esa comunidad mapuche, las regionales de la Asamblea Permanente Por los Derechos Humanos (APDH) Noroeste del Chubut y El Bolsón convocaron «a los vecinos a unirse hoy en caravana a las 10.30, en el cruce de Maitén rumbo a la comunidad Vuelta del Río».
Los integrantes de la comunidad Vuelta del Río denunciaron «malos tratos» sufridos durante el allanamiento del lunes pasado en esa comunidad y en la de Pu Lof Resistencia Cushamen. Los policías ingresaron armados rompiendo puertas y sacando a la gente afuera a los golpes, tirándola al piso y atándole las manos con precintos», señalaron.