La avenida 9 de Julio volverá a ser escenario de una protesta multitudinaria contra el gobierno. Será este lunes, entre las 11 y las 17, con motivo del Día de la Independencia. La consigna central de la convocatoria remite a la frase «La Patria está en peligro», que se había lanzado para la primera auto-convocatoria de este tipo: la concentración del 25 de Mayo. Aquella movilización, de centenares de miles, se extendió desde el Obelisco hasta la avenida Belgrano. Al finalizar la jornada, y a pesar del silencio de la mayor parte de los medios, quedó en evidencia que se trataba de la manifestación más numerosa que se haya pronunciado contra las políticas de la gestión Cambiemos. El lema que se desplegará este 9 de Julio tiene una ligera adaptación: «La Patria no se rinde». El lugar en el que se montará el escenario también se modificó. Estará al pie del Ministerio de Desarrollo Social, en la intersección de la Aveniada 9 de Julio con la calle Moreno. Los asistentes se congregarán desde ese punto en dirección sur. Uno de los deseos de los organizadores era que el rostro de Evita forjado en hierro, en las alturas del edificio, formara parte de la panorámica que probablemente registrarán los reporteros gráficos. Así será.
Al igual que con la fecha patria del 25 de Mayo, la idea de congregarse en la avenida más ancha de la Ciudad de Buenos Aires –epicentro de festejos deportivos y del Bicentenario de 2010– partió de un arco diverso de centrales sindicales, personalidades de la cultura, gremios, organizaciones del sector cooperativo, entidades que agrupan a las pymes, grupos religiosos, organismos de Derechos Humanos y agrupaciones políticas, en su gran mayoría relacionadas con el kirchnerismo. La gestación de esta suerte de frente social tuvo su primer hito también sobre la 9 de Julio: fue la convocatoria del #21F, realizada por Camioneros, anunciada primero en soledad y luego ampliada por el acompañamiento de más sindicatos, de la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT y de la CTA de los Trabajadores.
Otro punto de contacto con las protestas sobre la 9 de Julio –en este caso con la concentración del 25 de Mayo– es el protagonismo de actores y actrices en los días previos. Desde las redes sociales, con videítos breves de rostros mirando a cámara, se fueron sucediendo los mensajes de Paola Barrientos, de Cristina Banegas, Osmar Núñez, Alejandra Darín y Luisa Kuliok, entre otros. La Asociación Argentina de Actores, que coordina Lola Berthet tras un pedido de licencia de Juan Palomino, forma parte oficialmente de la convocatoria. El sociólogo Horacio González, la titular de Abuelas Estela Carlotto, Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, también hicieron circular sus videos.
La conducción del evento estará en manos de una representante de la Sociedad Argentina de Locutores y otra de la Asociación Argentina de Actores. Las actividades comenzarán con música en el escenario –están anunciados Liliana Herrero, Teresa Parodi, Daniel Devita, Murumba y Mamita Peyote– para luego leer un documento colectivo. «Una proclama», la definen sus firmantes. El cierre estará a cargo de la banda Arbolito. Detrás del palco transmitirá una radio abierta cuya programación quedó a cargo de confluencia de sindicatos: AGTSyP (subte), UTE (docentes porteños), ATE Capital más la FM alternativa Radio Kaput. En esta oportunidad, la intención de los convocantes es que la ruptura de buena parte de la sociedad con el gobierno de Mauricio Macri –un proceso que viene profundizándose y ganando en radicalidad, según lo que muestran las encuestas– es justamente «darle un cauce» a todo ese malestar. «El sector mayoritario de la sociedad, que ha roto con el gobierno, se expresa en este tipo de convocatorias abiertas. Estos cauces de expresión forman parte de la búsqueda de una nueva síntesis política», planteó el sociólogo Daniel Rosso, que integra el colectivo Voces Libres del Pueblo y colaborará en la radio abierta. El gremialista Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros, atribuye el éxito de estas convocatorias al «creciente malestar social por las políticas erróneas del gobierno». «Yo voy a estar tipo una de la tarde, como estamos acompañando todas las manifestaciones de trabajadores, más allá de la central por la que cada trabajador se sienta representado», aseguró a Tiempo.