El “arrepentido” de la petrolera venezolana PDVSA no es ni venezolano, ni arrepentido, ni nada que se le parezca. Más bien se trata de otra víctima de un embuste, una operación de inteligencia que llevó adelante el falso abogado Marcelo D’Alessio con objetivos múltiples: entregarle al fiscal Carlos Stornelli una causa relacionada con Venezuela (el blanco preferido de las críticas políticas de buena parte de la región), entrometerse en la vida política de Uruguay y, como punto culminante, congraciarse –cuanto menos- con los Estados Unidos, que procuraban congelar fondos de PDVSA en todo el mundo.
Gonzalo Brusa Dovat, el uruguayo exdirector de PDVSA en Argentina, declaró ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla: «Bien yo no soy arrepentido de nada, más allá de que (D’Alessio) me presentara así. No tengo nada pendiente ni causas en trámite”.
La historia que contó Brusa Dovat ante el juez ratifica que fue una víctima de una operación con un modus operandi similar a otros casos que se investigan en Dolores. El uruguayo tenía una compleja situación laboral con la empresa en la que trabajaba. “En agosto del año pasado presté declaración testimonial en un juicio laboral de un ex compañero de trabajo de la firma Petrolera del Cono Sur S.A, cuyo accionista principal es PDVSA Argentina S.A. Allí relaté una serie de hechos y en particular las presiones psicológicas y laborales que habíamos padecido tanto yo como una serie de compañeros de trabajo con el fin de obtener nuestra renuncia en el mes de agosto de 2014 y no obtener así indemnización alguna”.
Ese fue el origen. D’Alessio supo de esa situación y a través de terceros accedió a Brusa Dovat. Se presentó como “director de la DEA” y le ofreció una supuesta protección. A cambio, debía declarar lo que sabía de PDVSA ante el fiscal Stornelli y conceder entrevistas periodísticas a medios del Grupo Clarín, porque eso era parte del “protocolo” de la agencia antidrogas estadounidense.
“Ahí me explica que siguiendo los protocolos de la DEA para que mi familia y yo estemos seguros me tenía que exhibir públicamente y así no me iban a tocar más allá de la protección que me iba a dar la DEA. Me habla de una camioneta en la que él se manejaba -una Range Rover- y me señala también un vehículo Toyota Corolla, aclarándome que allí había custodios de él, lo que yo no logré divisar, porque tenía los vidrios polarizados. Luego me aclara que este caso es para Daniel Santoro. Yo no ubicaba la cara con el nombre en ese momento, no sabía quién era Daniel Santoro”.
Para “convencerlo”, D’Alessio le exhibió información personal de Brusa Dovat. Información que el uruguayo no le había provisto y que el falso abogado había obtenido por su cuenta, como parte de su tarea de espionaje ilegal contra personas.
Finalmente, tal lo planeado por D’Alessio, hubo entrevista con el periodista Daniel Santoro y, al día siguiente, declaración en Fiscalía. Brusa Dovat contó con detalles la declaración que prestó ante Stornelli. “Antes de ingresar a declarar, en la espera del pasillo, D’Alessio en varias oportunidades me recuerda y me induce respecto de los términos de lo que yo tenía que declarar, diciéndome que tenía que ser en coincidencia con la nota de Santoro». (Entrevista de Daniel Santoro a Brusa Dovat en Clarín)
“En determinado momento llega Stornelli, se saluda con D’Alessio dándose la mano e ingresa a la Fiscalía. Nosotros esperamos ahí media hora más, aproximadamente, y nos avisa luego la secretaria que teníamos que ingresar. Ingresamos directamente al despacho del fiscal Stornelli, me saluda dándome la mano y en el despacho yo me siento más alejado de ellos dos, atrás. Se sienta D’alessio, y toma la iniciativa él. Le comenta al fiscal que yo era Brusa Dovat, el ex de PDVSA y que venía a denunciar lo que te comenté o lo hablado, algo así. Habrán sido cinco minutos. Luego Stornelli levanta el teléfono interno, llama a una de sus secretarias, le pide que venga a su despacho y le dice que me lleve a declarar o tomarme la denuncia sin darle ninguna otra referencia. Voy con la secretaria a un despacho contiguo y en el despacho de Stornelli se quedan el fiscal y D’Alessio. Cuando termino la declaración me doy cuenta que a mi derecha estaba D’Alessio sentado, a quien no había percibido hasta ese momento por lo que no sé en qué momento llegó ahí”.
Brusa Dovat añadió: “Termino de hacer la declaración, la firmo, me dan una copia, sale Stornelli de su oficina, me da la mano y me dice que pronto se comunicarán conmigo desde la fiscalía para hacer una nueva declaración. Nos vamos con D’Alessio aproximadamente a las dos de la tarde y nos vamos de la misma manera en que llegamos, es decir, salimos por la misma puerta por la que entramos».
¿Cuál es la relación con Uruguay? D’Alessio decía que tenía amistad con Tabaré Vázquez, el presidente oriental, y con el candidato a intendente de Maldonado. El vínculo es un conocido de Brusa Dovat y vinculado indirectamente con PDVSA, Carlos Veríssimo. En un chat entre D’Alessio y el excomisario bonaerense y presunto agente de inteligencia Ricardo Bogoliuk, el falso abogado anuncia que Veríssimo iba a declinar su candidatura a presidente del Uruguay. “Esa sería información inexacta de D’Alessio puesto que Veríssimo no es candidato a nada. Entiendo que es cuadro técnico dentro del Partido Nacional uruguayo y mano derecha del actual intendente del Departamento de Maldonado, Antía, quien sí es precandidato a la presidencia por el mencionado partido político”.
En efecto, el 8 de febrero pasado, el intendente del departamento uruguayo de Maldonado, Enrique Antía, anunció su precandidatura presidencial.
¿Lo que declaró Brusa Dovat en el reportaje que le concedió a Santoro era verdad? El propio ex directivo de PDVSA contó en su declaración ante Ramos Padilla que después de que estallara el escándalo con D’Alessio, el periodista de Canal 13 Rodrigo Alegre –quien también lo había reporteado por gestión del falso abogado- se contactó con él para decirle que también había sido “engañado”. “Me preguntó si todo lo que había dicho en la denuncia era un montaje o algo de eso, entonces le dije que todo lo que había dicho había sido inducido por D’Alessio, que podían ser rumores que se decían en la empresa pero de los que yo no tenía pruebas”.