«Nisman murió por denunciar a Cristina Elisabet Fernández viuda de Kirchner», sostuvo el fiscal Germán Moldes, enfatizando el segundo nombre que suele molestar a la ex presidenta. Su intervención recibió la ovación de cientos de personas que se congregaron en el lateral de Plaza de Mayo, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, frente a la UFI AMIA.

El acto fue organizado por el diputado del PRO, Waldo Wolff, y la DAIA, y contó con una comitiva importante de funcionarios del gobierno nacional, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, los ministros Sergio Bergman, Claudio Avruj, Patricia Bullrich, Pablo Avelluto, Hernán Lombardi y Laura Alonso.

Moldes agregó que Nisman, al denunciar a la ex presidenta, tuvo «un acto de coraje y dio la vida» por ello. Moldes cuestionó el accionar de la fiscal Viviana Fein, y especialmente al ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, de quien dijo: «en un gesto monárquico, lo primero que hizo fue llamar a la Presidenta para decirle que se quede tranquila que fue un suicidio».

Asimismo, remarcó la supuesta «complicidad de magistrados que no merecen seguir siendo llamados como tales» y sin dar nombres, apuntó contra «un juez, dos camaristas y un fiscal», quienes están «sumergidos hasta el cuello en la ciénaga de la vergüenza», sugiriendo el nombre mella sobre la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.

Las hijas de Nisman, Iara y Kala, iniciaron el acto prendiendo una vela seguida de un minuto de silencio en pedido de Justicia por el fiscal fallecido; observadas por su madre, Sandra Arroyo Salgado, y su abuela Sara Garfunkel, también parte del público.

Antes también hablaron Luis Czyzewski, quien afirmó: «No condenamos: sólo pedimos que se investigue, porque si así se hace será un mensaje de que en Argentina ningún poderoso está por encima de la ley».

El escritor Federcio Andahazi por su parte, sostuvo que, el día de la muerte de Nisman, entró a su casa «una banda de criminales dispuestos a borrar pruebas», y sugirió que con el hecho «resucitaron los fantasmas más oscuros del terrorismo de Estado».

El «asesinato» de Nisman, agregó, fue «un crimen de lesa humanidad», porque hubo un Estado que puso en marcha un sistema para matar, ocultar, mentir y sugerir» que el fiscal «algo habrá hecho».

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