El secretario privado del ex presidente Mauricio Macri, Darío “Daro” Nieto, negó este martes haber participado de acciones de espionaje ilegal contra políticos, dirigentes sociales, clérigos y sindicalistas. Al prestar indagatoria en la causa que investiga el juez de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, el ex funcionario (quien se presentó como “licenciado en ciencias políticas recibido en la UBA”) negó incluso conocer a los espías agrupados en el grupo de WhatsApp conocido como “Super Mario Bross” y le restó importancia a la ex encargada de documentación presidencial, Susana Martinengo.

Nieto hizo una exposición de casi media hora ante el juez y los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, pero rehusó responder preguntas.

Nieto defendió a Macri, negó que le hubiera entregado informes de inteligencia y, menos aún, que el exjefe del Estado se los hubiera pedido.

También desconoció las reuniones que Martinengo –a quien definió como “una empleada más, de las cientos que tenía” a su cargo- sostenía con agentes de la AFI en la Casa Rosada.

Nieto minimizó el rol de Martinengo y se colocó jerárquicamente muy por encima de ella en la estructura de colaboradores del ex presidente.

“Yo siempre he dado muestras de mi buena fe procesal, pero del otro lado no pasa lo mismo”, embistió, al cuestionar al juez y a los fiscales. En ese sentido, ejemplificó que voluntariamente suministró la clave de acceso a su teléfono celular, pero  denunció que el aparato fue manipulado. “En el tercer peritaje, en el que le permitieron participar a mi perito, se comprobó que había una comunicación con (la ex subdirectora de la AFI) Silvia Majdalani, dos días después de que se le hubiera secuestrado el teléfono.

“Hasta los peritos de Cristina Fernández de Kirchner reconocieron que se violó la  cadena de custodia”, dijo Nieto, según reconstruyeron voceros de las partes ante la consulta de Tiempo.

“La estoy pasando muy mal con esto. No tengo nada que ver. Es un garrón…».

Previamente, el abogado de Nieto, Gervasio Caviglione Fraga (hijo de un notable ex integrante del Consejo de la Magistratura a fines de los 90) insistió con la recusación del juez Augé y los planteos de nulidad de toda la investigación, desde el momento mismo del allanamiento, el 25 de junio pasado, cuando la causa estaba todavía en manos del juez Federico Villena.