Un tribunal rechazó la prisión domiciliaria de Marcos Antonio Córdoba, el conductor del tren que el 22 de febrero de 2012 chocó contra el extremo de llegada de la estación de Once, causando la muerte de 52 personas y heridas a otros 800.El juez del tribunal oral federal número dos, Jorge Gorini, en un fallo unipersonal, interpretó con un criterio diametralmente opuesto la situación personal de Córdoba, que es similar a la que atraviesa el ex vicepresidente Amado Boudou, a quien otro juez le concedió la prisión domiciliaria. La defensa de Córdoba, a cargo de la abogada Valeria Corbacho, expuso ante el tribunal la situación de vulnerabilidad que atraviesa la pequeña hija del motorman, de sólo dos años de edad. La pequeña está al cuidado de su madre, Johanna Natali Herrera, quien “resulta ser el sostén económico del hogar, ya que se desempeña laboralmente como aprendiz de banderillera en el horario de 14 a 22 horas, con un franco semanal los días lunes”.
La niña queda, en ese horario laboral, al cuidado de la madre de Córdoba, pero la abuela atraviesa un severo problema de salud y –según un peritaje médico- “no se encuentra en condiciones físicas de cuidar a un menor de edad y (tiene) alta probabilidad de reingresar a una internación clínica”. Peritos psicológicos evaluaron la situación del entorno familiar del detenido Córdoba y concluyeron que atento “al tiempo de cuidado que en la actualidad su madre puede dispensarle a la niña, como único progenitor a cargo, no es posible informar si puede afectar su salud física y mental”.
El fallo, que deniega la domiciliaria de Córdoba, consigna incluso la angustia de la madre de la niña: “Se me está haciendo cada vez más difícil poder sostener el trabajo, hacerme cargo de la casa, de la limpieza, de la comida y de poder cuidar a Melanie. Estoy yo sola”. La esposa del motorman narró, además, que tras la detención de Córdoba –condenado a tres años y tres meses de prisión e inhabilitación especial por seis años y medio- la niña “ha comenzado con problemas alimenticios, accesos de llantos y problemas en el habla”.
La psicóloga Inés Sanjurjo, del Equipo Interdisciplinario que colabora con las Defensorías Públicas Oficiales ante los Tribunales Orales, recomendó «la concesión del arresto domiciliario a Córdoba atendiendo a que es un padre con el deber de cumplimentar su función de protección y formación integral”. Ante un escenario similar, el juez de otro tribunal oral, Daniel Obligado, concedió la prisión domiciliaria a Boudou. Su mujer también está sola y al cuidado de los mellizos de ambos, también de dos años de edad.
En el caso de Córdoba, la fiscal Guillermina García Padin se opuso a la prisión domiciliaria tras considerar que la hija del motorman “no se encuentra en la situación de vulnerabilidad absoluta”.Y el juez Gorini coincidió con ello. Si bien la madre de la niña trabaja seis días a la semana de 14 a 22 y sólo tiene franco los lunes, “lo cierto es que por la mañana puede encargarse de satisfacer sus necesidades y, durante el resto del día, cuenta con el apoyo de sus suegros para el cuidado de su hija”. “No resulta posible determinar que (la niña) se encuentre en una situación de desamparo, habida cuenta que recibe el cuidado que un menor de su edad requiere”, sentenció el juez.
Además, tampoco tomó en cuenta la situación generada por la pandemia de coronavirus porque “se han dictado e implementado protocolos y directivas con el objetivo de asegurar el acatamiento de los estándares fijados por las disposiciones internacionales y nacionales para la prevención de la pandemia, como así también que no existe entre la población carcelaria ningún caso de contagio ni de los catalogados como sospechoso”.“El Servicio Penitenciario Federal realizó una nómina de internos que poseen riesgos de salud y Marcos Antonio Córdoba no se encuentra dentro de dicho listado”, resumió el fallo.