El hecho ocurrió éste sábado por la tarde, apenas unas horas después de celebrarse un nuevo aniversario del 17 de octubre. Un color “bordó ladrillo” cubre el mural que homenajea al peronismo con el histórico abrazo de Perón y Evita registrado el 17 de octubre de 1951, al cumplirse los primeros seis años del Día de la Lealtad. Algunos vecinos y vecinas de Caballito fueron testigos directos mientras dos personas con mameluco lo tapaban; pero la gran mayoría se enteró varias horas después.
Si bien se encuentra “del lado de Caballito”, es patrimonio cultural de tres barrios porteños. El histórico mural de Perón y Evita, inaugurado en 1995 en la esquina de Río de Janeiro y Machado fue tapado por personas que aún no fueron identificadas y que se desconoce a quién responden: ¿A la Ciudad de Buenos Aires, a la empresa Edesur, a militantes libertarios, o fueron los famosos “loquitos sueltos” que hacen la suya?
En tiempo de ajuste, crisis económica, pero sobre todo violencia política e institucional, el ataque a símbolos y emblemas que representan a una gran mayoría del pueblo argentino, tienen como objetivo desconocer, anular y silenciar al otro. Pero ¿quién fue?
“Todavía no tenemos idea quiénes podrían haber sido. No sabemos quiénes son las personas que pueden haber hecho eso”, dijo a Tiempo Camila García, vecina de Caballito y militante peronista. Camila participó de la pintada de mural hace casi 30 años y fue quien difundió por sus redes sociales las primeras imágenes que sacaron a la luz este hecho que ocurrió durante la tarde del sábado.
Hay quienes aseguran que las personas que taparon el mural, no pertenecían a una cuadrilla del gobierno de la Ciudad, tampoco que esas dos personas fueron (en principio) empleados de Edesur, la empresa de servicio eléctrico cuya pared pertenece a una parte del edificio de una subestación, cuya oficina comercial se encuentra por la avenida Ángel Gallardo.
“Lo que si te puedo decir, es que hace unos meses nosotros hicimos una restauración de este mural en reiteradas oportunidades en los últimos 30 años, pero nunca jamás lo borraron. Si obviamente fue violentado un montón de veces, le tiraron pintura encima de la imagen y las letras de abajo las han violentado numerosas veces”, agregó García.
Tiempo se contactó con la cartera de Espacio Público del Gobierno de la CIudad y con prensa de Edesur, para saber si alguno de los dos dieron la orden de tapar el mural. Pero, ni el GCBA ni la empresa privada, hasta la publicación de la nota, respondieron a esta consulta.
Historia del Mural
La obra fue realizada por el escultor, dibujante y muralista Rodolfo Aguerreberry. Un artista que desarrolló una intensa actividad docente y con un legado artístico que puede encontrarse en muchos barrios. Entre 1994 y 1995, varios militantes peronistas y el propio Aguerreberry iniciaron la pintada del mural
“La Básica era ‘La Hora de los Pueblos’, la agrupación del Frente Unidad Peronista. En ese momento había un montón de compañeros y compañeras. Uno de ellos era artista Rodolfo Aderreberry, que fue el responsable del “Siluetazo” de 1983, que fue una movida cultural de intervención en calle mediante la cual se hicieron unas siluetas en los pisos de las plazas y demás”, recuerda García.
Rodolfo Aguerreberry, fue profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, y en 1976 ingresó en la Fundación Ort como coordinador de talleres creativos de plástica. Las y los entendidos en la materia, consideran que la propuesta artística de Aguerreberry invoca la interioridad de lo cotidiano a través de la mirada en la figura que interpela y reflexiona.
El abrazo de Perón y Evita
El 17 de octubre de 1951 se realizó la primera transmisión de Televisión en nuestro país y se eligió al Día de la Lealtad Peronista como el nacimiento de este medio en la Argentina. Evita fue la encargada de pronunciar el primer discurso transmitido por Tv en la historia de nuestro país. La líder del movimiento peronista se hizo presente en Plaza de Mayo para dirigirse a sus «queridos descamisados».
Hacia el final del acto, las cámaras de Tv y fotográficas, registraron una de las imágenes más icónicas del peronismo: El abrazo final entre el presidente Juan Domingo Perón y su compañera Evita. La imagen se transformó en ícono, emblema y uno de los símbolos principales del movimiento peronista.
La fotografía fue tomada por Pinélides Aristóbulo Fusco, el fotógrafo que retrató el primer peronismo en todas sus dimensiones. En ese momento Eva ya estaba enferma y había renunciado indeclinablemente a la vicepresidencia para la fórmula Perón – Perón de las elecciones de ese año.
En 1948, Fusco ingresó a la Subsecretaría de Información del Gobierno Nacional y rápidamente comenzó a desempeñarse como uno de los fotógrafos colaboradores de la Presidencia. Cubrió los actos oficiales, registró las obras y edificios que construía el gobierno. Poco a poco fue acercándose a la pareja presidencial hasta acceder a su intimidad y lograr imágenes únicas. Perón lo llamaba “Fusquito”.