Cuando el presidente Alberto Fernández pronunció la frase por la que tuvo que pedir disculpas, ya estaba pautada para este jueves una reunión en el Salón Pueblos Originarios de la Casa Rosada con representantes del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, que caminaron durante semanas desde distintos puntos del país para visibilizar todas sus luchas en una, contra lo que denominan “terricidio”. A pocas horas del encuentro, el comentario del mandatario sobre la conformación social argentina no cayó bien entre las originarias: “Nosotras no venimos en un barco, parece que el Presidente no aprobó Historia”, dijo Noelia Chumbita, de la Nación Diaguita.
En una actividad con su par español, Fernández había dicho que “los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva, pero nosotros, los argentinos, venimos de los barcos”. Argumentó luego que se había inspirado en una canción de Litto Nebbia, quien «sintetiza mejor el sentido real» de lo que quiso expresar.
“Fue desafortunado el comentario. Espero que el Presidente tenga conocimiento de la Constitución donde estamos reconocidos como pueblos originarios”, planteó Chumbita. Y cuestionó que “es una forma más de invisibilización que tiene el Estado con nosotras. El comentario nos cayó muy mal, más teniendo el conocimiento sobre la reunión de hoy. Seguramente haremos algún comentario al respecto, no se puede dejar pasar”.
“Creo que no es un tema de desconocimiento sino de negacionismo, de racismo. Algo que hay que modificar en la mirada colonialista con la que se llevan adelante las instituciones. Es una lucha contra la que trabajamos desde hace tiempo. Con esto que pasó fortalecemos más todavía nuestra lucha, viendo que se niegan a reconocernos”, remarcó la referente diaguita, y anticipó que después de la reunión emitirán un comunicado sobre lo que se planteó en el movimiento en relación al tema.
Defensoras Territoriales
Aunque se cuele la frase cuestionada, el eje de la reunión tiene que ver con la presentación de un proyecto impulsado por las mujeres originarias para que el Estado actúe como garante de sus derechos. Proponen que lo haga a través de la figura de Defensoras Territoriales. Mujeres que en cada comunidad identifican distintos tipos de violencia –desde desnutrición hasta agresiones físicas o violencia institucional- para actuar en consecuencia. Las defensoras ya están trabajando en muchas comunidades, pero el planeo es que lo sigan haciendo con aval estatal. “Lo pusimos por escrito para que el Estado sepa en qué estamos trabajando y que sea parte de este proyecto. Es una urgencia humanitaria la que estamos viviendo en las comunidades”, definió Chumbita.
Ella participó de la caravana oeste de la caminata, desde La Rioja. Vive en zona urbana, mientras sostiene un reclamo por las tierras de sus ancestros: “Estamos pidiendo desde hace años que nos devuelvan nuestros territorios. Fueron avasallados cuando habitaba mi bisabuela”, contó. Y agregó: “Estamos trabajando en una posible reforma constitucional para que se nos reconozca en la provincia, venimos trabajando por la visibilización y sufrimos la negación en varios sectores del Estado”.
La caminata “basta de terricidio” partió a mediados de marzo con caravanas desde comunidades de distintos puntos del país. Llegó a Buenos Aires el 19 de mayo último, al filo del período de confinamiento estricto, para alzar esa consigna que engloba un “basta” para todas las formas que el Estado y el patriarcado tienen de matar a las mujeres originarias: feminicidios, ecocidios, epistemicidios y genocidios.
En la reunión de esta tarde, esperan poder presentar su proyecto ante Martín Soria, del Ministerio de Justicia; Elizabeth Gómez Alcorta del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad; Sabrina Frederic, del Ministerio de Seguridad, así como autoridades del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y otros funcionarios.
Este encuentro será el segundo desde que llegó la caminata a Buenos Aires: el primero consistió en una reunión interministerial donde presentaron el documento contra el Terricidio. Allí “se propuso una mesa de diálogo para trabajar desde diferentes áreas del Estado y nosotras; nuestro proyecto apunta a crear la figura de Defensoras Territoriales, ya que somos las únicas que podemos dar cuenta de lo que sucede en nuestros cuerpos-territorios. La deuda es histórica y frenar el Terricidio es urgente”.