El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, consiguió este domingo su reelección y le aportó a Cambiemos el primer triunfo en la larga se secuencia de elecciones provinciales perdidas. Con el 98,81% de las mesas escrutados, el mandatario norteño conseguía el 43,65 por ciento de los votos. Con esa performance, Morales logró una ventaja de 10 puntos sobre la fórmula del Frente Justicialista encabezada por el exdirector del Registro Civil provincial, Julio Ferreyra, que sumó 32,83% de las voluntades.
Así, el peronismo dividido no logró derrotar al oficialismo que decidió adelantar las elecciones y despegarse de la estrategia nacional del presidente Mauricio Macri. La ruptura del bloque de diputados provinciales del justicialismo fue el inicio de un bifurcado camino que terminó por quebrar al PJ en cuatro frentes. En la ultima sesión de la Legislatura la ruptura quedó explicitada con la decisión del presidente del Partido Justicialista, Rubén Rivarola, de votar a favor del préstamo de 302 millones de dolares solicitado por el Ejecutivo.
Morales logró imponerse en las urnas a pesar de las desacertadas medidas de su gestión que derivaron en aumento de la desocupación y la pobreza. El mandatario perdió 15 puntos en relación a su performance de 2015.
«Hemos tomado la decisión de recuperar la paz. Vamos a reafirmar el estado de convivencia y respeto que vivimos los jujeños. Es lo que nos está permitiendo pensar en el futuro», subrayó al realizar un balance de su victoria.
Aunque breve, el mandatario radical envió un agradecimiento al presidente Mauricio Macri. «Sin su apoyo no hubiéramos podido concretar proyectos. Ahora vienen cuatro años para profundizar la matriz productiva», puntualizó.
Desde el bunker del PJ, Ferreyra hizo una dura autocrítica. «Me parece que tenemos que hacer una reestructuración del PJ y habrá que sentarse y hablar de algunos nombres que no tienen que seguir, porque lo único que hicieron fue dividirnos», diagnosticó.
El domingo de elecciones en esta provincia tuvo una postal común: largas filas en las mesas por la enorme oferta electoral que, sólo en la capital provincial, sumó cerca de 30 boletas.
Los candidatos a gobernador votaron durante la mañana. Morales emitió su voto a las 11:00 en una Escuela del Barrio Chijra. Ingresó custodiado por el ministro de Seguridad, Ekel Meyer.
“Es una jornada diferente, es la primera vez que se da la situación de que los jujeños podamos resolver la cuestión de un proyecto provincial, pensar, enfocarnos en la provincia, en los municipios, las ciudades. La verdad es que fue una campaña bien tranquila, empezó bastante fría, pero de pronto hace un mes y medio, dos meses la gente empezó a concentrarse en ver y en pensar el futuro de Jujuy”, dijo.
Morales prefirió tomar distancia de Macri. “No hablo últimamente con Macri. Creo que lo que vivimos los jujeños es un clima de paz, de respeto, de convivencia, no ha habido agresiones que sí ha habido antes. Y lo más importante es recuperar el clima de convivencia”, resaltó.
Y agregó: “Ustedes saben que soy genéticamente frentista, hemos conformado un frente muy amplio que incluye al radicalismo, al socialismo, al peronismo, a muchas fuerzas políticas. Desde Gualeguaychú que he planteado que tiene que haber un marco mucho más amplio y ratifico mi posición. Nos está faltando más peronismo”.
Además, señaló que el espacio “que no busque consenso no va a poder gobernar”. “Necesitamos esos consensos para resolver los problemas que tenemos los argentinos, que solo los argentinos lo vamos a resolver por nosotros, nadie de afuera”, puntualizó.
Ferreyra votó en la Escuela Técnica Nº 1 de la ciudad de Palpalá a 15 km de la capital. “No me animo a predecir ningún desenlace para las elecciones, la gente tiene mucho afecto a este sector político y me reconforta en lo personal” afirmó.
Y agregó: “Según el resultado, me tocará gobernar o irme a la casa pero sin rencores. El adversario no es un enemigo”.