El Tribunal en lo Criminal 2 de Jujuy absolvió a la dirigente social Milagro Sala en la causa conocida como la «Balacera de Azopardo», en la que estaba acusada de tentativa de homicidio por supuestamente haber mandado a matar a un dirigente. Sin embargo, nada de eso se comprobó en la investigación judicial. “Me quisieron quebrar y no han podido”, declaró Sala al término de la jornada.
La abogada de Sala, Elizabeth Gómez Alcorta, sostuvo: “Acaban de absolver por unanimidad a Milagro Sala en el juicio de la balacera de Azopardo. Ahora iremos por la condena al juez Pullen Llermanos y del fiscal Cussel por el trámite de esta vergonzosa causa armada”.
El fiscal jujeño Diego Cussel, representante del Ministerio Público de la Acusación, había elevado a juicio oral y público la causa en la que Sala está acusada por «tentativa de homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria en carácter de coautor». El juez Pablo Pullen Llermanos había dispuesto el traslado de la dirigente a una cárcel.
Sala fue acusada por un hecho del que no participó y que tuvo lugar el 27 de octubre de 2007. La líder de la organización Tupac Amaru estaba acusada de mandar a matar al dirigente Alberto «Beto» Cardozo y los que debían cumplir con esa tarea eran los extupaqueros Fabián «Chato» Ávila y Jorge «Loco» Paes. La balacera ocurrió en la esquina de las calles Zenta y Bayo del barrio San Francisco de Álava, exAzopardo.
Tanto Cardozo como Ávila, los otros dos imputados en la causa, coincidieron en sus dichos al declarar que todo comenzó con una disputa proselitista, por parte de dos facciones barriales, en la que cada una pertenecía a un candidato a ser intendente de la ciudad capitalina.
A todo esto, el expediente judicial tuvo la «particularidad» de haber sido reconstruido, porque el primer cuerpo desapareció del Juzgado de Instrucción Causas.
Los jueces aplicaron el principio de «in dubio pro reo» y dispusieron la liberación de la dirigente social en lo que se refiere a la causa, aunque continuará detenida por otras investigaciones judiciales.
Al término de la audiencia, Sala sostuvo: «Me quisieron quebrar y no han podido. Es una pequeña luz de esperanza de que se está haciendo justicia ante la persecución política que están sufriendo muchos compañeros nuestros. No lo esperaba, me sorprende muchísimo».
Los magistrados condenaron a Ávila a la pena de seis años y seis meses de prisión como «autor material y responsable de homicidio simple en grado de tentativa y lesiones graves en concurso real». A su vez, absolvieron a Cardozo, quien estaba acusado por «homicidio simple en grado de tentativa» y que permaneció preso durante tres años.