El intendente de Córdoba y candidato a la gobernación por el sector del radicalismo que mantiene distancia del Gobierno nacional, Ramón Mestre, fue el primero de los aspirantes al Ejecutivo provincial en emitir su voto.
Mestre evitó las evaluaciones políticas y pidió “prudencia” para seguir el desarrollo de la jornada en la que se utiliza el sistema de boleta única de papel y los pronósticos de una eventual derrota de la UCR en la ciudad capital. “Hubo algunas demoras en el inicio, pero ya está todo tranquilo”, reflexionó.
El jefe comunal recordó también que en la provincia mediterránea ya se votó con el sistema electoral aplicado este domingo, por lo que, estimó, no deberían registrarse mayores inconvenientes. “Hay que esperar a ver qué pasa en el escrutinio”, advirtió.
Con apenas 45 años, Ramón Javier Mestre gobierna la ciudad de Córdoba desde 2011.
Este domingo intentará seguir los pasos de su padre, el histórico dirigente radical homónimo, que gobernó la provincia entre 1995 y 1999.
Se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba y fue escalando en la estructura partidaria hasta llegar a ser senador nacional.
Si bien se destacó por los proyectos de obra pública, Mestre fue criticado por la gestión del manejo de la basura, tras una privatización de la empresa recolectora cuestionada por la oposición que encarnó Luis Juez.
Tras dos mandatos en la ciudad capital, Mestre carga sobre sus hombros el desgaste de la gestión. Pero su apellido le juega a favor a la hora de cosechar votos entre los electores radicales desilusionados con la alianza Cambiemos.