Se presentaron en la provincia de Buenos Aires dos proyectos de ley surgidos de la campaña #MenstruAcción, difundido por las redes de Economía Femini(s)ta, y encabezado, uno, por Micaela Ferraro (Frente Renovador) y, otro, por Lucía Portos (Frente para la Victoria), con el fin de garantizar la provisión de elementos para la gestión menstrual a toda la población bonaerense que se encuentre entre la preadolescencia y el climaterio, en ámbitos educativos, de salud y recreativos en forma anónima y gratuita, además de prestar asistencia y capacitación.
El ecofeminismo es un movimiento de mujeres que apunta a poder reducir la contaminación. Específicamente, en el caso de la menstruación, la promoción de la copa menstrual se utiliza en políticas de liberación de la mujer para luchar contra las empresas multinacionales que promueven tampones y toallitas higiénicas. A lo largo de los últimos años se implentó cada vez más el uso y la circulación de la copa para la libertad y autonomía respecto del tampón y toallitas, como pilar para empoderar a las mujeres y liberarlas de los costos económicos que estos implican.
La campaña #MenstruAcción se basó en la recolección de productos de gestión menstrual en la multitudinaria marcha del 8M y acercarlos a quienes no pueden comprarlos. Durante el 8 de marzo intregrantes de la campaña recibieron toallitas, tampones, toallitas reutilizables y copas menstruales, «pero sobre todo apoyo de un montón de personas que nos dijeron que a partir de la campaña empezaron a pensar en qué pasaba si vivís en la calle y menstruás o en que ante catástrofes estos productos jamás figuran entre los que se piden», escriben en su gacetilla.
Puede leerse que tanto en esta campaña como en trazados anteriores, el grupo Economía Femini(s)ta adopta diversos métodos y filosofías para hablar de un modo simple e impactante un lenguaje multirreferencial: el registro terminológico de la economía, la filosofía de cuidado entre mujeres (desarrollada y difundida con profundidad desde México por Marcela Lagarde a nivel regional) y la variabilidad de «costo» enlazada a»dolor» o «tabú» para aplicarlo en la agenda política. Así el grupo afirma para la campaña: «Investigamos sobre cuánto cuesta menstruar y elaboramos el índice tampón. Hoy #MenstruAcción está creciendo y nuestros reclamos ya forman parte de la agenda política de la Provincia de Buenos Aires.»
La campaña además explica los problemas para el avance en las resoluciones de las problemáticas: «La menstruación es considerada todavía hoy un tema tabú. El tabú sobre la menstruación y la dificultad de acceso a productos de gestión menstrual son factores de desigualdad social, causales de ausentismo escolar y tienen un impacto directo en la salud de las personas menstruantes.»
En términos de bolsillo o economía familiar, se podría decir que «estamos pagando en Argentina, y en todo el mundo, una multa por ello.» Por este motivo, el reclamo apunta a la quita de impuestos a los productos de gestión menstrual y a la distribución gratuita en ámbitos educativos, carcelarios, de salud, refugios, entre otros.