Mayra Mendoza pasó de ser en 2018 diputada nacional sorora a actualmente intendenta de pañuelo verde de uno de los distritos más importantes del conurbano bonaerense. La jefa comunal de Quilmes continuó militando la lucha del movimiento feminista argentino por la legalización y despenalización del aborto en nuestro país. Por eso se mostró contenta tras el acto de promulgación de la norma que hizo el gobierno nacional este jueves en el Museo del Bicentenario.
En un mano a mano con Tiempo resaltó que esta ley “sintetiza la génesis de los gobiernos peronistas: trabajar para garantizar y ampliar derechos que son vulnerados”. Recordó la Ley de Matrimonio Igualitario durante el gobierno de Néstor Kirchner y la Asignación Universal por Hijo en el de Cristina Fernández. Además, explicó cómo se aplicará la norma en el municipio que comanda. Y se mostró a favor de reformular el sistema de salud en el país.
-¿Cómo se va a trabajar con los objetores de conciencia en la provincia y en el municipio de Quilmes?
-Dentro del mismo texto de la ley se prevé que no tiene que haber dilaciones en el tiempo que esa mujer o persona gestante se acerque a una institución sanitaria para realizar una interrupción del embarazo. Si hay un objetor de conciencia personal o institucional no puede haber dilación en el tiempo de esa mujer. Eso va a formar parte del trabajo, del andamiaje de los distintos niveles de gobierno, sea del Ministerio de Salud nacional, provincial y municipios, para poder tener garantizado ese derecho. En Quilmes, desde el año 2020, en cada uno de los centros de atención primaria de la salud conformamos consejerías de salud sexual. Hemos llevado adelante más de 200 interrupciones legales del embarazo, garantizando el derecho a la salud y respetando la voluntad de la mujer debido a que ese embarazo no deseado fue un daño psíquico, emocional, que ya era una causal para proveer el misoprostol para su interrupción.
-¿Cómo piensa que será la aplicación de la ley en los centros médicos privados?
-Se abre un lugar donde va a haber clínicas que van a cobrar por esta práctica y serán obstáculos que deberemos sortear en la implementación de la ley. Luego de esta pandemia tenemos que poner en valor la salud pública. Aquí hemos visto como muchas personas han quedado a la deriva teniendo síntomas de Covid y fue la salud pública quien los atendió. Yo les pido a las mujeres que crean siempre en la salud pública y sus profesionales.
-¿Cree que hay que reformular el sistema de salud en el país? Hace unos días, la vicepresidenta opinó que debe ser integral entre lo público, lo privado y las obras sociales, ¿está de acuerdo?
-Hemos visto y constatado durante el tiempo que venimos atravesando la pandemia cómo muchas prepagas y obras sociales dejaron a la deriva a sus pacientes que son clientes y fue la salud pública quien absorbió. Tenemos que poder pensar un sistema de salud único donde esté garantizada la atención con la capacidad de la salud pública. Porque pagar una obra social no te garantiza en el interior de nuestro país que tengas una cama. Hay una oficina de atención de una prepaga, pero ahí no hay una cama, un consultorio o alguien que te atienda. Tenés que viajar a la Ciudad de Buenos Aires y estas son las inequidades que no hay que dejar que las regule el mercado y debe intervenir el Estado. Néstor Kirchner lo decía, lo que el Estado articula socialmente el mercado destruye. Así que esa es la tarea que tenemos. Creo que lo próximo que viene, y lo más importante, es separar al Estado de las corporaciones financieras y mediáticas. Esa es la verdadera separación que hay que hacer y los feminismos tenemos que entender que para tener garantizados nuestros derechos tenemos que tener un Estado libre de esas corporaciones.