El diputado nacional Máximo Kirchner le pidió este martes al juez Claudio Bonadio que dicte su sobresiemiento en la causa por las fotocopias de los cuadernos, “dado que no existe ningún elemento probatorio que justifique tan siquiera remotamente” su llamado a indagatoria, que se cumplió hoy. Le exigió, además, que en el sobreseimiento incluya “la expresa mención de que la formación de estas actuaciones en nada afectan el buen nombre y honor” de que hubiera gozado. Si Bonadio no accediera a ello, hizo reserva de recurrir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación así como también ante los Organismos Internacionales competentes en materia de Derechos Humanos”.
En durísimos términos, el hijo de la ex presidenta denunció “este simulacro de investigación judicial reconoce por origen un hecho de características ilícitas”. Y le recordó al juez que “en tiempos en que ha regido en nuestro país el Estado de Derecho -hoy severamente deteriorado-, deviene inadmisible que se pretenda tomar como prueba un elemento que surge de un acto ilícito”. El legislador opositor se refirió así a la inexistencia física de los cuadernos que dieron origen a la causa y, a partir de allí, a las múltiples irregularidades que vienen denunciando todos los imputados en el proceso.
“La elección de Bonadío como juez de este proceso no resulta un episodio fortuito. Posiblemente ningún otro magistrado se hubiese animado a desarrollar un raid delictivo que prácticamente no dejó en pie ninguna garantía constitucional”, denunció.
Máximo Kirchner refutó las declaraciones como “arrepentido” del ex secretario de Obras Públicas José López, quien aludió a él aunque no indicativamente como autor de un delito. “Para valorar debidamente la supuesta declaración de José López resulta imprescindible contar con el registro que ‘por medios técnicos idóneos’ debió confeccionarse respecto de tal declaración, recibida en el marco de la ley 27.304” (ley del arrepentido). Ello significa que las audiencias debieron haber sido grabadas y filmadas. Y ello, hasta donde se sabe, no ocurrió. La defensa de Máximo Kirchner pidió, en ese contexto, que “se ponga a disposición el correspondiente registro técnico de todas las declaraciones recibidas a las personas que fueron incorporadas en el marco de la ley antes citada; ello, a efectos de poder ejercer debidamente el derecho de defensa en juicio”. Planteadas como están las cosas, ello parece virtualmente imposible.
“Estamos en presencia de una nueva imputación falsa, repito, construida con el solo propósito de denostar a dirigentes políticos opositores y, al propio tiempo, tomar venganza respecto de algunos de ellos, quienes han impulsado en contra de Bonadío su juicio político”, embistió el legislador. “Ni siquiera existe una insinuación directa o tácita de que hubiera sido destinatario de dinero alguno de procedencia ilícita”.
Máximo Kirchner se presentó esta mañana ante el juzgado de Bonadio para cumplir con su declaración indagatoria pero no respondió preguntas. Sólo presentó el escrito y anunció que podría eventualmente pedir ampliar su declaración.
“Hacerme partícipe de una asociación ilícita integrada por decenas de personas, a muchas de las cuales no conozco, e incluso por familiares directos del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y empresarios que le resultan afines ingresa a un terreno tan ridículo que me exime de mayores comentarios”, desafió, finalmente, involucrando indirectamente a empresarios vinculados con el actual gobierno con la parte omitida de la investigación de la causa por las fotocopias de los cuadernos.