El diputado nacional Máximo Kirchner habló este viernes sobre la interna peronista: negó que haya una estrategia para «limar» al gobernador Axel Kicillof aunque admitió el malestar que existe con el gobernador bonaerense por su falta de apoyo explícito a la candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la elección del PJ Nacional. «Para mí entre (Ricardo) Quintela y Cristina no hay muchas dudas. Ella es 20 veces mejor que él», lanzó.

El líder de la agrupación La Cámpora habló sobre la actualidad del peronismo en una extensa entrevista al programa «Argenzuela«, conducido por Jorge Rial, en Radio 10. En el arranque de la nota, aseguró que no hay intención de «limar» a Kicillof, como señalan desde el entorno del gobernador y puso como ejemplo que los cuatro ministros camporistas que forman parte del gabinete provincial trabajan día a día. «De hecho el gobernador manifestó su conformidad con los ministros que tiene, entonces sería muy raro», señaló.

El hijo de la expresidenta atribuyó todo a mezquindades personales, aunque no marcó a ningún dirigente en especial. «Se generan situaciones y contextos que tienen que ver más con mezquindades políticas que con realidades. De hecho, los compañeros que integran su gobierno están llamándolo desde la mañana; uno asiste y ayuda en lo que puede», remarcó. Y sostuvo que «hay un método político del off (the record)».

También aseguró que hace meses que no se juntan con Kicillof y que la última vez que lo hicieron fue antes de su viaje a Italia para ver al papa Francisco. Detalló que en esa reunión estuvieron Kicillof, los senadores Eduardo «Wado» de Pedro y Mariano Recalde; Lucía Cámpora, y los ministros Carlos Bianco, Andrés «Cuervo» Larroque y la secretaria general de la Gobernación, Agustina Vila. «Terminó la charla con idas y vueltas y el gobernador dijo: ‘Apenas vuelvo de Italia los llamo’. Y no sonó el teléfono», facturó, pero luego le restó importancia al considerar que Kicillof «tiene una responsabilidad enorme» por gobernar la provincia.

En este punto, aseguró que él no se ofendió porque no lo llamaron pero que hay un sector de la dirigencia que «está para el sindicato de dirigentes políticos» y que se quejan de cómo los tratan. «Yo soy mucho más despojado, tenemos un objetivo que a mi entender sigue siendo el mismo y me muevo bajo esos márgenes», dijo.

En otro tramo de la nota, Kirchner habló del distanciamiento entre Kicillof y Cristina. No quiso confirmar si se realizó o no la cumbre a solas de ambos, que quedó en medio de versiones cruzadas, pero sí admitió que hubo un quiebre a partir del acto que el mandatario encabezó en Berisso el 17 de octubre por el Día de la Lealtad Peronista y en el que no brindó su apoyo público a la candidatura de la expresidenta al PJ Nacional. «Era muy fácil elegir entre Cristina y Quintela. Es mi mirada: no quiero que se enoje el gobernador de La Rioja», advirtió. Y añadió: «Así como Quintela entiende que ella terminó un ciclo, yo pienso que ella es 20 veces mejor que él, es mi mirada».

El diputado también consideró que el gobernador «explicará o no» por qué no se pudo definir entre ambos candidatos, al tiempo que aseguró que hay dirigentes de su espacio que juntaron avales para el riojano. «Yo hasta el 17 de octubre lo militaba (a Axel). Alguien que no puede definir entre Quintela y Cristina me obliga a reevaluar las cosas», puntualizó. E insistió: «Para mí entre Quintela y Cristina no hay muchas dudas».

Pero fue más allá también al asegurar que Cristina Kirchner tenía «una debilidad enorme» por el gobernador bonaerense y, por esto, consideró que «no se hacen esas cosas», en referencia a la falta de apoyo político a su lista. «Tenés que tener motivos políticos para eso», advirtió y pronosticó que «tampoco les va a salir bien así». Y puso como ejemplo al expresidente Fernández: «Ya lo intentó Alberto con el tema de las formas, empezó a pensar en él mismo, y salió mal».

Ya sobre la interna nacional, Kirchner reveló que su madre decidió postularse para competir por la presidencia del PJ porque vio «una ausencia de consistencia en cómo discutir el gobierno de Milei» por parte del peronismo. Y aunque admitió que «siempre se quiere la unidad» también admitió que la elección interna es casi inevitable. «Los procesos en que la gente vota son los que más entusiasman. Así que si hay elecciones, habrá elecciones. Si esto es bueno o malo, no lo sé. Pero si hay que votar, se votará», señaló.