El ministro de Economía y candidato a presidente por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, recordó este viernes que hace un año se intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se solidarizó con ella y pidió que «se haga justicia«.

En el acto por el día nacional de la industria que se realizó en la ciudad entrerriana de Paraná, Massa señaló que el año pasado «no hubo festejo porque hubo un intento de magnicidio en la Argentina«, que sucedió «en el marco de una crisis que tenía además una corrida financiera, una huida de un ministro y una crisis económica».

En ese marco, Massa expresó: «Mi solidaridad y pedido de justicia de ese hecho para la Vicepresidenta».

«Ese hecho de alguna manera nos obligó a todos, desde nuestros roles, a navegar esa crisis en un marco de intento de magnicidio», cerró.

«Hay que recuperar el valor de la moneda»

Al hablar en el citado acto de apertura de la celebración del Día de la Industria en Paraná, organizado por la Unión Industrial Argentina (UIA), Massa anunció la liberación a partir de hoy de «todas las SIRAs (Sistema de Importación de la República Argentina) para todas las pymes» que estaban pendientes.

La decisión, explicó, se tomó a partir de que agosto «fue el mes de mayor acumulación de reservas del Banco Central» en 17 años y permitirá darle mayor agilidad al sistema de revisión de importaciones.

Massa criticó el rol del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que volvió a comparar con la figura de un síndico en un proceso de convocatoria de acreedores, pero al mismo tiempo valoró que en 2024 el país recuperará «su libertad desde el punto de vista de la cuenta comercial» con la posibilidad de contar con «una matriz energética mucho más competitiva».

Por otra parte, admitió diferencias con el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja -que lo precedió en el uso de la palabra- pero destacó que el directivo, más allá de sus críticas a la implantación de la asignación de 60.000 pesos a los trabajadores en dos pagos con los sueldos de agosto y septiembre, precisara que «se protesta, pero se paga».

Asimismo, puso de relieve que con las obras del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en sus dos tramos y el Reversal del Norte, el precio de la energía se reducirá de US$ 12 a US$ 3,50.

Respecto al Reversal del Norte, anunció que «va a estar terminado el 14 de mayo (de 2024), gobierne quien gobierne».

Massa puntualizó la importancia de contar con una moneda propia fustigó a quienes proponen opciones diferentes al advertir que «los que creen que en la Argentina tiene que haber un proyecto industrial, tienen que apostar a recuperar el valor de la moneda».

Y, sostuvo que eso se logra «vendiendo más de lo que compramos».

Massa criticó tanto a la dolarización como a «la dolarización cobarde, que es hacer circular las dos monedas (el peso y el dólar), porque todos sabemos que el más fuerte se come al más débil» y que de esa manera se pierde la capacidad de actuar sobre «los costos, los impuestos y las tasas» y se terminan «destruyendo los procesos industriales».

«Cuando no sos emisor de tu moneda, no fijás la tasa de interés y como tenemos que pedir prestada esa moneda, tenemos que pagar más», planteó.

En cuanto a la relación con el FMI, indicó que «en 2018 con el crédito de US$ 45.000 millones, la Argentina entró en convocatoria y desde ese momento convivimos con un síndico que cada 90 días nos mide las cuentas y plantea situaciones que son un problema».

En ese sentido, advirtió: «tenemos que honrar las deudas, pero defendiendo el trabajo argentino, la industria nacional y, sobre todo, la soberanía de las decisiones».

«Por eso nos llevó cuatro meses la discusión, porque defendemos la industria nacional y la capacidad de tomar decisiones, porque una cosa es tomar deuda y otra ir al almacén con el manual del almacenero y rendirse», señaló.

En referencia a las discusiones con la dirigencia industrial, expresó que «a veces nos toca administrar tensiones», al tiempo que calificó a cepo cambiario como «espantoso» y expresó que no le gustaba el esquema de permisos de importación a través del SIRA, pero que debió recurrirse a ese mecanismo en medio de «la peor sequía de la historia argentina».

Massa señaló que agosto «fue el mes de mayor acumulación de reservas del Banco Central dese agosto de 2006, con casi US$ 2.000 millones» y eso permitió flexibilizar algunas restricciones al comercio exterior.

«Hemos tomado la decisión de liberar para todas las pymes de todas las SIRAs que estaban pendientes», indicó, al tiempo que explicó que fue por la acumulación de reservas y no «porque sea el Día de la Industria».

En otro pasaje de su discurso referido a los otros candidatos presidenciales, preguntó a los industriales presentes «qué representa decir que no comerciamos con China porque son comunistas, aunque los conocen saben que son súper capitalistas» o «cuánto caería la producción» si se rompiera el bloque del Mercosur.