Sergio Massa llega confiado al debate de este domingo. En las últimas semanas los actos de campaña en distintas provincias sirvieron para poner en marcha la línea argumental del candidato que busca posicionarse como el más sensato y a la vez, el que puede garantizar acuerdos dirigenciales, en medio de la tormentosa política argentina. Por lo pronto, este domingo anunciará quién será su ministro de Economía y quién presidirá el Banco Central.

Hasta el sábado por la tarde noche, Massa tenía planeado llegar temprano a Santiago del Estero para recorrer el Centro de Convenciones y Exposiciones Forum, una forma de reconocimiento del terreno donde se llevará a cabo la disputa verbal transmitida en vivo a todo el país, pero a último momento se dio a conocer que había cambiado de opinión y decidió viajar por tierra. “Quería estudiar con su equipo y hacer llamadas”, aseguraron a Tiempo.

El candidato de UP tiene trazada una hoja de ruta que, según sus cálculos, lo posiciona en el balotaje, siempre y cuando no estallen bombas en el camino. Por eso anoche  desconocían en el oficialismo cómo podía llegar a impactar en el debate presidencial el escándalo que se produjo tras la difusión de antiguas fotos del jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, a bordo de un yate y en Mallorca rodeado de lujos. El exintendente de Lomas de Zamora presentó su renuncia al cabo de una jornada donde arreciaron las críticas por esa conducta.

Según pudo saber Tiempo, entre acto y acto, Massa se estuvo preparando con intensidad para el debate, y según cuentan en su equipo, está confiado porque el manejo de la palabra y las cámaras son lo suyo.

Massa pasó otra semana con la voz cascada, que no se le termina de recuperar. El miércoles encabezó en el mismo día dos mega actos, uno en Neuquén con trabajadores petroleros beneficiados por la quita del impuesto a las ganancias, y por la tarde aterrizó en la localidad de Ensenada, cuna del exoperativo Cristina presidenta.

En este tramo final, la campaña se centró en la idea de la unidad. Lo primero que hizo Massa tras las PASO fue juntarse a solas con cada uno de los gobernadores para escucharlos. Según cuentan, tiene la idea de reconstituir una especie de confederación de gobernadores que se vio en Tucumán y Salta. La idea de unidad también es mostrarse por encima de las internas locales o diferencias políticas, “no estar en la chiquita”, pero también mostrarse distinto a la desunión y agresividad del spot electoral de Patricia Bullrich que mostraba un penal con el nombre de Cristina Fernández de Kirchner. “Esos mensajes rompen todo tipo de credibilidad si quisiera convocar a la unidad nacional”, sostienen.

A su vez, el candidato vino acertando en la estrategia que se había trazado de no atacar a Javier Milei ni a sus votantes, a la vez que se propone retomar sus ideas para cuestionarlas. En estos últimos actos de campaña repitió la crítica a la posibilidad de armar a los jóvenes, vender órganos, cerrar mercados con Brasil y China, dolarizar y cerrar jardines maternales y escuelas. Consideran importante mostrar que las ideas de Milei desestructuran la vida familiar: los chicos sin guardería, los jóvenes con armas y sin escuela ni universidad y los abuelos sin los remedios del PAMI.

La oportunidad que tiene Massa este domingo, según evalúan en su equipo, es poner en valor sus “atributos como la sensatez, los equipos y las propuestas” en clave de contraste contra Milei y Patricia Bullrich. El objetivo es mostrar que “va para adelante”, que tranquilizó la situación financiera y “se le plantó al FMI” y que logra acuerdos, como los que posibilitaron esta semana la sanción de la ley de ganancias gracias a la confluencia de otras fuerzas políticas.

Entre sus dos propuestas más fuertes están la seguridad, eje que saca a relucir a partir de su gestión en Tigre; y el trabajo, vinculado a la virtual eliminación del impuesto a las ganancias de los asalariados y políticas para las pymes “abriendo y no cerrando mercados”.

Cultor de la ancha avenida del medio en períodos de grieta dura, ahora Massa se ve con la posibilidad de armar un “gobierno de unidad nacional hacia adelante, no eliminando al otro en un conflicto y grieta sin salida, una idea que retrocede, sino por el camino de consenso, diálogo, acuerdos”. Según evalúan en el massismo, “la gente busca en un presidente dos atributos: firmeza y diálogo, y Massa tiene los dos. En cambio, Milei y Bullrich solo firmeza”

Pero más allá del discurso, en el massismo evalúan que el candidato ganó terreno en la agenda ya desde hace 15 días cuando recuperó la centralidad con una batería de medidas económicas para recuperar “el ingreso de la clase media laburante”, histórico bastión electoral al que apuntó siempre Massa.

Por lo pronto, según fuentes de la campaña, hasta este sábado las encuestas venían mostrando un estancamiento de Milei y un crecimiento de Massa, sobre todo después de que empezaron a aparecer las devoluciones del IVA en las cuentas bancarias.

En el equipo de Massa estaban contentos por la prolijidad y asistencia de los últimos actos antes del debate. Sin embargo, la incertidumbre sobre las consecuencias de las fotos viralizadas del funcionario bonaerense había empezado a crecer. Lo cierto, es que, ante posibles chicanas, Massa se considera un gran jugador de canchas embarradas.  «