Tres jueces de la Cámara Federal de Casación Penal convocaron a un acuerdo extraordinario para tratar la situación del presidente del tribunal, Gustavo Hornos, y la del juez Juan Gemignani -acusado por sus colegas por expresiones misóginas en el Día de la Mujer-, pero no concurrió ninguno de los demás colegas.
El desaire ocurrió esta mañana, cuando las juezas Ana María Figueroa y Ángela Ledesma, quienes se sintieron ofendidas por las expresiones de Gemignani, y Alejandro Slokar, uno de los primeros en reclamar el cese de Hornos como presidente, formularon la convocatoria para una reunión virtual, a través de videoconferencia.
“Se fija fecha para el día jueves 8 de abril a las 11 horas, para el tratamiento del siguiente orden del día: 1) Deliberar en punto al ejercicio de la Presidencia del Cuerpo; 2) Oficio librado por las señoras juezas, Dras. Ana María Figueroa y Ángela Ledesma de fecha 9 de marzo”, expresaba la convocatoria.
Todos los jueces fueron informados de la convocatoria, según consignó la Secretaría del Tribunal, mediante un acta oficial.
Pero a la hora señalada, sólo los tres jueces que convocaron al acuerdo estaban conectados a la plataforma del Poder Judicial para acuerdos por vía remota.
El desplante profundizó el clima de tensión que atraviesa al principal tribunal penal del país, sólo morigerado porque los jueces no se ven cara a cara, ya que desde que comenzó la pandemia vienen realizando por lo general el sistema de teletrabajo.
El frustrado acuerdo de hoy había sido convocado a un mes de que Gemignani expresara en un chat interno de jueces, en el Día Internacional de la Mujer, conceptos descalificadores que causaron la reacción de Figueroa y Ledesma y un expediente en el Consejo de la Magistratura.
Esas expresiones merecieron, incluso, el repudio de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, de los gremios que representan a los trabajadores judiciales y del Ministerio de la Mujer.
Para ese entonces ya comenzaban a trascender las reuniones de Hornos con el ex presidente Mauricio Macri durante su mandato, tanto en la Casa de Gobierno cuanto en la Quinta Presidencial de Olivos.
A esas situaciones se sumó, en los últimos días, que también el juez Mariano Borinsky se entrevistó en al menos 15 oportunidades con Macri en Olivos, varias de ellas para jugar al paddle y al tenis.
Los jueces que convocaron al acuerdo fallido dejaron entrever sus críticas por lo que consideraron “una clara falta de compromiso con la función por no hacerse cargo de la situación que atraviesa la Cámara Federal de Casación Penal, negando y desconociendo una crisis inédita”.