El primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra, acaba de quedarse con el tramo más caro de la megaobra que esta semana presentaron en sociedad el presidente y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: el Paseo del Bajo, que unirá la parte norte y sur de la ciudad. IECSA, en asociación con Fontana Nicastro, resultó adjudicataria del tramo C del proyecto, cuyo valor es de 3183 millones de pesos, en un proceso licitatorio que la empresa AUSA se encargó de describir como «de gran transparencia».
El tramo A, por 1547 millones, fue adjudicado a la española Isolux Corsan Corviam, en tanto que la parte B correspondió a Green-CEOSA, por 1600 millones. Este contrato se suma a la adjudicación de 2500 millones de pesos para participar de la construcción de una parte de los 2330 kilómetros de gaseoductos troncales que se harán en la provincia de Córdoba, y la primera cuota de los 45 mil millones de pesos que el gobierno nacional destinará al soterramiento de la línea Sarmiento, obra de la que participarán IECSA con dos empresas más, la italiana Ghella y la brasileña Odebrecht. AUSA buscó despejar sospechas sobre el proceso licitatorio. Informó que «fue el resultado de un extenso y transparente trabajo que se inició en abril de 2016 con la apertura del Data Room» un plataforma virtual que la sociedad estatal definió como una «nube donde se subieron los archivos, planos e información técnica» según avanzaba la licitación. Sin embargo, el auditor porteño Facundo del Gaiso advirtió en declaraciones al portal Nueva Ciudad que la obra «merece otro tipo de control» teniendo en cuenta que se trata de empresas que están siendo investigadas. Además, aseguró que AUSA decidió contratar una auditoría externa para esta obra por 300 millones de pesos, un 5% del total del proyecto. «¿No hay nadie en AUSA que pueda hacer ese trabajo?», se preguntó. «