María José Gutiérrez es docente, delegada y candidata a secretaria general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Todo el mundo la conoce como Monona, se crió en el barrio de Pompeya y tuvo una infancia feliz marcada por la educación pública, la política y el juego en las calles del barrio. Su primer trabajo como maestra fue en la Escuela Infantil “Ramón Carrillo” y desde ese momento se afilió a UTE. El gremio atraviesa una fuerte interna con una corriente opositora encabezada por el Movimiento Evita y “financiada por el Grupo Oktubre y el gobierno de Rodríguez Larreta», según Gutiérrez. El martes 10 de octubre disputarán elecciones: “Nosotros elegimos no arrodillarnos frente a nadie y no tener patrones”, esgrime.
–Podemos decir que asumís tu candidatura en un momento difícil: La situación que deja Rodríguez Larreta, un eventual gobierno de Jorge Macri y las promesas de privatización educativa que hace Javier Milei
-Seguramente voy a tener que asumir en un contexto muy difícil. Digo seguramente porque el 10 de octubre son nuestras elecciones y estoy segura que cada maestro y maestra va a elegir nuestra lista “Celeste Violeta Azul y Blanca Azulgrana”, en la que orgullosamente me toca ser la candidata a Secretaria General. Así que tendré que asumir en un panorama no tan favorable. Obviamente que hasta las seis de la tarde del día que vayamos a votar para las elecciones a jefe de gobierno y a presidente, vamos a seguir teniendo esperanzas para que en Capital Federal y en el país pueda haber un gobierno nacional y popular donde podamos obtener más derechos para cada compañero y compañera. Si esto no sucede, nosotros sabemos qué hacer, porque venimos dando batalla hace 16 años contra un gobierno que sistemáticamente nos trató de avasallar y de vaciar el sistema educativo.
–Si la Ciudad queda en manos de otro Macri ¿Qué pasa?
-Jorge Macri viene a consolidar una Ciudad para pocos y a intentar seguir con lo que venimos enfrentándonos hace 16 años: un gobierno que continuamente fue contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de la educación, que claramente nos eligió como enemigos y dimos batalla. Pudimos resistir el avance hacia un montón de ataques y no pudieron cerrar las escuelas nocturnas, tampoco pudieron con los Institutos de Formación Técnica Superior (IFTS); el Jardín del Ramos Mejía fue trasladado pero luchamos para que se mantuvieran las fuentes de trabajo de compañeras y compañeros y el convenio con el Hospital; y entre tantas otras cosas, luchamos por los 29 profesorados que todavía siguen en pie. Así que nosotros sabemos lo que se viene, sabemos que es peor con el avance de un gobierno de derecha, pero vamos a estar en las trincheras de la educación como siempre, defendiendo la educación pública cada día que esté vulnerado el derecho de un docente, trabajador y trabajadora de la educación.
-Uno pensaba que en este contexto la unión docente iba a ser más fuerte, pero en UTE hay una interna ¿Qué pasó?
-Cuando se interpone lo personal sobre lo colectivo muchas veces suceden estas cosas. En un momento en el que tendríamos que unirnos para luchar contra la derecha, un sector decide o intenta romper un sindicato. Igualmente son muy pocos. De una comisión directiva de 40 integrantes menos de seis compañeros decidieron irse pero sin renunciar. Es decir, esos compañeros en este momento siguen estando en la comisión directiva, pero no han trabajado durante estos cuatro años para fortalecer el sindicato, para estar donde había que estar en la pandemia y luego de la pandemia. Son compañeros que no se sienten identificados con la ‘autonomía sindical’.
–¿Por qué?
-Porque apuestan a grandes patrones que les dan licencias y comisiones de servicio o a grandes empresarios que se meten en los clubes para romperlos y para tener la caja. Nosotros elegimos la autonomía, elegimos tener historia, elegimos tener trayectoria, elegimos tener trasvasamiento generacional, elegimos no arrodillarnos frente a nadie y no tener patrones. Esto no quiere decir que seamos neutrales, pero sí somos autónomos y cuando tenemos que decirle a quien sea que no está haciendo bien las cosas lo hacemos, como ha sucedido en la pandemia cuando nos enfrentamos no solo a Soledad Acuña y Larreta, sino también al ex Ministro de Educación Nicolás Trotta.
–¿El sector del sindicato que conformó otra corriente responde a alguien?
-Claro, porque Trotta ‘es un hombre’ de Víctor Santa María, y cuando el ex Ministro de Educación mandaba a los maestros y a las maestras a las escuelas a morirse en medio de la pandemia, cuando todavía no teníamos vacunas, se lo dijimos y no le gustó. Los compañeros que armaron otra corriente dentro de UTE están con el movimiento Evita, son financiados por Víctor Santa María, o sea cuentan con el apoyo de todo el Grupo Octubre y con el Gobierno de la Ciudad que no para de regalarle comisiones. En síntesis: A la lista opositora en UTE la financia la Ciudad y Víctor Santa María”.
–¿En esta interna también juega Soledad Acuña?
-A ella le sirve favorecer a la lista opositora de UTE, porque continuamente intentó romper e ir contra el sindicato. Por eso nos baja las comisiones de servicio a nosotros y se las da a ellos, porque nuestra conducción de UTE es autónoa del gobierno de CABA y salimos a denunciar cada cosa que no nos gusta. Actualmente ellos tienen 25 comisiones de servicio cuando son compañeros y compañeras que están recorriendo las escuelas por la lista opositora y no trabajan en ese programa. Estamos hablando de 25 comisiones, cuando por la ley de asociaciones sindicales a UTE nos deberían dar esa cantidad por ser el sindicato mayoritario, pero actualmente sólo tenemos 10 para todo el sindicato.