Decenas de miles de docentes de todo el país llegaron a Plaza de Mayo para reclamar por la reactivación de la paritaria nacional, el salario y las condiciones edilicias de las escuelas. Ante una multitud, este miércoles al mediodía, Sonia Alesso, secreteria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) sostuvo: “Nos hablan como ángeles y nos gobiernan como demonios”
“Han eliminado por decreto la ley la paritaria docente. Están llevando a las escuelas de todo el país a situaciones muy difíciles. Nos sacaron las becas para nuestros pibes, chicos y chicas de sectores populares ya no van a la universidad, ni al terciario ni al secundario. Nos hablan como ángeles y nos gobiernan como demonios”, se quejó la dirigente.
En el cuarto año de gestión macrista, que desactivó la paritaria docente nacional, la comunidad educativa volvió a salir a la calle para recuperar la herramienta sindical de negociación de salarios y condiciones laborales. Cuatro gremios, más centros de estudiantes, organizaciones sociales y partidos políticos volvieron a salir a la calle para pelear contra la depreciación de los salarios y la restauración y mantenimiento de las escuelas. Decenas de miles de docentes de todo el país viajaron a la ciudad de Buenos Aires para mostrar la contundencia de la protesta, que supera las demandas del sector. Los cuatro grandes gremios docentes que convocaron a la masiva movilización y al paro de 72 horas son Ctera, Ademys, la Conadu y los privados de Sadop.
Desde el escenario, rodeada de dirigentes de distintos sindicatos, Alesso sostuvo: “Las maestras y los maestros reclamamos toda la vida por condiciones digna para enseñar y aprender. Por eso también estamos acá, por Sandra y Rubén. Según el discurso de los CEOs, los pobres no van a la universidad”. Y enumeró los triunfos que frenaron políticas de vaciamiento de la educación pública. “Los docentes estuvimos defendiendo las escuelas nocturnas, de islas, rurales y logramos que no se cierren”.
“Nos quieren calladas, nos quieren sumisas, quieren que repitamos el discurso de la derecha. Para ellos la escuela está en crisis pero son ellos lo que quieren mercantilizar la educación y hacen convenios con ONG para nuestra capacitación”, criticó.
“En la escuela enseñamos valores y defendemos la libertad de los pibes y pibas tienen derecho al conocimiento, y de los padres que tienen las puertas abiertas. En la escuela honramos a nuestros próceres, como San Martín, Artigas y Juana Azurduy”.
La medida de fuerza de 72 horas fue dispuesta Ctera en un congreso que se realizó la semana pasada con los sindicatos de base de todo el país. Además de la paritaria docente, la marcha es también «en defensa del sistema previsional docente. Ctera decidió extender el paro hasta el viernes 8, en adhesión al paro nacional de mujeres. «Nos pronunciamos muy fuertemente exigiendo la paritaria nacional docente, exigiendo el cumplimiento de una ley que el Gobierno intenta desconocer por un decreto», señaló la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, al anunciar la realización de la medida de fuerza.
Ctera denunció esta semana que con el salario promedio de los docentes argentinos está en los 20.500 pesos en bruto, es decir, sin descuentos jubilatorios y otros impuestos. Ctera sostuvo que el 70% de los docentes es pobre, ya que cobra menos de 26.442,92 pesos, que es lo que en enero costó la canasta básica.
“Nos piden que seamos creativos a la hora de reclamar. Pero cuando levantamos la escuela itinerante ahí estaba la policía de Macri reprimiendo vergonzosamente a los docentes. Cuanta creatividad hace falta para soportar el hambre de un pibe nos dicen que tenemos que ser creativos”, recordó la dirigenta.
“El ministerio Educación es una cáscara vacía atendido por sus propios dueños, los dueños de la argentina y no por pedagogos, no son docentes, son CEO’s de ONG que se llevan millones de pesos en contratos”.
“No pudieron en el pasado, no podrán ahora. La lucha no tiene fecha de vencimiento. Los que tienen fecha de vencimiento están acá atrás. No aman la educación y no aman a nuestro pueblo. Las pibas y los pibes tuvieron orquestas infantiles, libros, netbooks y hoy no tienen para comer, ni guardapolvos ni zapatillas”, criticó.
“Hemos sido agredidos por nuestra adhesión al paro in de mujeres, somos un sindicato mayoritariamente feminizado, y reclamamos que implemente la ESI en todo el país y vamos a exigir su cumplimiento. No queremos niñas madres, queremos que las niñas y los niños estén cuidados en todos sus derechos. Basta de sumarios a los que luchan, la escuela enseña, resiste y sueña. ¡Viva la lucha docente!”, arengó Alesso, una de las pocas mujeres al frente de una confederación sindical.
Por su parte, Eduardo López, secretario general de UTE y secretario gremial de CTERA, sostuvo en diálogo con Tiempo que “hace tres años ocho de cada diez maestros estábamos por arriba de la línea de pobreza, hoy ocho de cada diez están por debajo”. “Somos decenas de miles los que estamos acá, es una movilización masivas. Siempre con el acompañamiento de la comunidad educativa, hay familias, estudiantes y docentes. Hay un amor de la educación pública y es recíproco”, contó López desde su columna presta a marchar desde la 9 de Julio y avenida de Mayo.
El reclamo de la paritaria nacional nunca se abandonó en estos cuatro años de administración macrista, gobierno que desactivó esta herramienta sindical. “Las leyes siguen vigentes, no se puede elegir cuando funciona y cuando no. Desde el gobierno nos recibieron el primer año, y no hubo conflicto. Los años posteriores decidieron que no hay paritaria, pero sin derogar la ley, lo decidieron ellos”.
La paritaria docente nacional que desactivó el gobierno de Mauricio Macri servía de referencia para las negociaciones provinciales. Por lo pronto, Neuquén, Misiones, Formosa, Mendoza, Río Negro y Chubut ya acordaron la pauta salarial, pero los gremios se sumaron al reclamo por la paritaria nacional.
En la provincia de Buenos Aires
Roberto Baradel, del Suteba, sostuvo a Tiempo que en la movilización “se expresó el descontento que hay en todo el país”. “El acatamiento entre los docentes privados es muy importante, incluso en las provincias que acoraron ya la paritaria”.
“En el marco de un año electoral, sería importante que el gobierno genere las condiciones para llegar a una solución. Apenas empezó el año salieron con todo se prepararon para la confrontación, y no les ha ido bien, amedrentaron y amenazaron y no les resultó, porque el paro es masivo”, definió el dirigente.
En relación a la paritaria bonaerense, Baradel sostuvo que el gobierno este año finalmente otorgó lo que no dio el año pasado que es la cláusula de actualización automática. “Pero estamos 16 puntos abajo pro el año pasado. Es un triunfo la clásula gatillo, pero no podemos partir de tan abajo”, sostuvo. Asimismo, señaló que todavía están a la espera de que la gobernadora María Eugenia Vidal los convoque la semana próxima para “evitar que se profundice el conflicto”.
En la provincia de Buenos Aires, el Frente de Unidad Docente Bonaerense convocó a la huelga de tres días luego del fracaso de la última reunión de negociación paritaria, en la que el gobierno de María Eugenia Vidal ofreció aumentar salarios de este año en base al índice oficial de inflación y sumar un 5% adicional en diciembre, pero los sindicatos reclaman un ajuste que compense la pérdida del poder adquisitivo provocada por el aumento del costo de vida durante el año pasado.
Por su parte, el ministro de Cultura y Educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny, amenazó con que se descontarán los días a quienes se sumen al paro.
Docentes de escuelas privadas
En tanto, que el gremio de Sadop, que representa a 70.000 trabajadores de la educación privada, anunció que se sumará a la medida de fuerza de 72 horas.
«El gremio exige la convocatoria a la paritaria federal docente en el marco del artículo 10 de la ley 26.075, por lo que también el 6 de marzo habrá una movilización hacia el Ministerio de Educación de la Nación», indicaron los secretarios general y de prensa, María Lazzaro y Gerardo Alzamora, en un comunicado.
CABA
En la ciudad de Buenos Aires, 15 de los 17 gremios docentes del distrito aceptaron la propuesta salarial del gobierno porteño. Los dos sindicatos que no aceptaron la oferta fueron UTE y Ademys.