De un lado, diputados y diputadas porteñas que faltaron a su promesa. Del otro, el máximo tribunal de justicia de CABA que se niega a definir su postura. Y en el medio, quien dirige todo desde el atril, el Ejecutivo porteño. Desde diferentes sectores, señalan que la Ciudad de Buenos Aires es ejemplo de connivencia entre los tres poderes del Estado, cuyo objetivo es favorecer solo a intereses políticos en detrimento de los sectores más vulnerables.
Un claro ejemplo de ello es la situación por la que atraviesan miles de enfermeras y enfermeros porteños, que hace más de seis años son discriminados al no ser reconocidos como profesionales de la salud, una situación que mantiene a sus salarios un 50% por debajo de lo que deberían cobrar en la actualidad.
Este martes nuevamente la enfermería se movilizó hacia el tribunal Superior de Justicia y a la Legislatura porteña, para volver a reclamar por sus derechos laborales y el reconocimiento profesional. A esta jornada de lucha la llamaron la marcha de los panqueques y las tortugas.
“Panqueques porque los diputados de la UCR, los Libertarios y los Socialistas, hasta último momento iban a votar el proyecto unificado que nos reconocía como profesionales y después terminaron votando el proyecto del macrismo. Y tortugas porque el Tribunal Superior de Justicia hace mucho que no toma postura y define la decisión de fondo”, explicó a Tiempo Andrea Ramírez, Presidenta de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), y enfermera del Hospital Ramos Mejía.
En 2022 la Justicia en primera instancia ratificó que se estaba discriminado a la enfermería profesional no pagándole el mismo salario que al resto de profesionales incluidos dentro de la Ley 6035. En el mismo fallo, intimó al GCBA a cumplir con ese derecho elemental: mismo rango profesional, mismo trabajo, misma remuneración y condiciones laborales. Más tarde hubo un segundo fallo a favor, pero el macrismo hace más de dos años que lo incumple.
“Somos casi 5.000 licenciados y licenciadas en enfermería en la ciudad de Buenos Aires que tenemos que ser reconocidos como profesionales de la salud. Pero algunos diputados porteños negociaron con el gobierno a expensas de seguir condenándonos a condiciones deplorables de trabajo. Por supuesto recurrieron a la compra de votos del gobierno y también a la represión policial”, agregó Luciana Franco enfermera del Hospital Fernández y Secretaria General de ALE.
El Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE) se movilizó hacia el tribunal Superior de Justicia para exigir celeridad en el tratamiento del amparo colectivo que está en manos del máximo tribunal porteño.
“Estamos esperando el fallo del Tribunal Superior de Justicia, para lograr aunque sea la equiparación salarial, que es lo que dicen los demás fallos, y la equiparación en las condiciones de trabajo. Las mismas condiciones de carrera que los demás profesionales de salud”, señaló Christian Acosta, secretario general del SITRE.
Hace más de un año que el TSJ debe expedirse sobre este tema, pero todo indica, que se niega a tomar posición mientras el macrismo avanza contra toda la enfermería.
“También queremos repudiar la conducta de los legisladores que el 28 de noviembre pasado nosotros lo caratulamos de panqueques porque se dieron vuelta a último momento, entre ellos los de UCR Revolución, como lo de la Libertad Avanza que habían explícitamente apoyado el proyecto de inclusión; y, por supuesto, también la del Partido Socialista, la diputada Jessica Barreto, que también en su momento Roy Cortinas se había opuesto a la Ley 6035 que nos dejó afuera de la profesionalidad”, agregó Acosta.