El dato se conoció a última hora del miércoles, luego de que la Agrupación Atlántica, el partido de Arroyo, quedara afuera del frente electoral «Juntos por el Cambio» que fue inscripto en la Justicia electoral. Arroyo pretendía participar en la PASO contra el diputado nacional Guillermo Montenegro y la concejal radical Vilma Baragiola, pero Vidal le bajó el pulgar. «Hizo bastante mérito para quedar afuera», apuntaron en La Plata.
Arroyo, no obstante, inscribió a su partido para contar con una herramienta legal por si necesita ir con boleta corta y comenzó negociaciones con otros sectores. «Agrupación Atlántica fue inscripta por fuera de Cambiemos el martes a las 13:55, lo cual no significa que el intendente vaya con boleta corta. La discusión sigue hasta el 22 de junio, todavía no se termina nada», dijo el concejal Guillermo Arroyo, hijo del intendente. La única alternativa que le ofrecieron en Cambiemos es ir en la lista de diputados nacionales, una opción que el jefe comunal rechaza.
Una de las posibilidades que dejaron trascender desde el entorno de Arroyo era la de ir con «Consenso Federal 2030». El mediador era el sindicalista Luis Barrionuevo, pero de visita por Mar del Plata, Roberto Lavagna, lo descartó de plano. «De ninguna manera Arroyo será nuestro candidato. Absolutamente no, no y no. La candidatura la definiremos la semana que viene», sostuvo Lavagna y truncó así el plan del intendente.
Mar del Plata es un distrito clave para Cambiemos ya que es el tercer partido en número de electores detrás de La Matanza y La Plata, pero además fue decisivo en los triunfos de 2015 y de 2017 para compensar la performance de la oposición en el Conurbano. Es por eso que tanto la Nación como la Provincia siempre reforzaron la inversión en esa ciudad.
La relación entre Vidal y Arroyo nunca fue buena debido a los sucesivos traspiés que tuvo la gestión municipal. La gobernadora incluso llegó a enviar al ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre, para ordenar los desmanejos administrativos y políticos, pero aún así los conflictos continuaron. En el último año, la relación empeoró al punto que en la presentación de la temporada de verano Arroyo plantó a Vidal antes de que arrancara el acto enojado porque lo habían ubicado detrás de las vallas. “No es un lugar digno para un intendente, yo me voy a la mierda”, dijo a la prensa antes de retirarse. El dato que crispó los nervios de Arroyo fue que Vidal compartía escenario con Montenegro, su elegido. Un tiempo después, en plena temporada, desafió a la gobernadora públicamente al negarse a bajar la tasa de publicidad a los teatros.
La interna en el peronismo también está al rojo vivo en Mar del Plata. El exintendente Gustavo Pulti anunció este jueves que su partido, Acción Marplatense, no participará en el frente «Todos» e irá con «boleta corta» en las próximas elecciones. Pulti pretendía competir en la PASO contra la diputada nacional Fernanda Raverta y el concejal massista Ariel Ciano pero, según explicó, le ofrecieron ir por una banca en el Congreso y no aceptó.
Raverta le contestó a Pulti, aunque sin mencionarlo explícitamente, en una «Carta abierta a los marplatenses» y lo acusó de haber puesto su interés personal por encima del colectivo. Le recordó además que «las soluciones» que necesita esa ciudad «están en el futuro y no en el pasado».
“Creo firmemente que no es momento de ‘buscar una revancha’ o ‘una reivindicación’ personal por una elección perdida hace cuatro años. Luego de una extensísima carrera política de 18 años de concejal y ocho de intendente, los intereses colectivos deberían primar por sobre los personales. Eso no es bueno para el espacio político y mucho menos para la ciudadanía”, escribió Raverta.