Las proyecciones de la primera vuelta electoral por la presidencia de Francia, dan ganador al candidato liberal e independiente, Emmanuel Macron, con el 23,4% de los votos, seguido de la candidata de ultraderecha, Marine Le Pen, con el 22,1%, quedando establecido el escenario del balotaje para el 7 de mayo.

En tanto, el conservador Francois Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon peleaban por el tercer puesto, cosechando entre el 19 y el 20 por ciento de los votos cada uno.

Macron comenzó su discurso agradeciendo a sus votantes y también a dos candidatos derrotados en esta primera vuelta que ya llamaron a votar por él en dos semanas: el conservador Francois Fillon y el socialista Benoit Hamon. «A partir de esta noche tengo que tratar de unir a todos los franceses», prometió y agregó que «es necesario construir una mayoría de gobierno y de nueva transformación, con personalidades y talentos».

«No pediré saber a los que se unan a mí de dónde proceden, si no si comparten nuestros valores para mejorar y avanzar en la sociedad», finalizó Macron, el hombre que a lo largo de la campaña logró aprovechar la crisis del bipartidismo francés y cosechar apoyos dentro del oficialismo socialista y de la fuerza de los conservadores tradicionales.

«Es hora de liberar al pueblo francés», instó Le Pen, y remarcó: «Es hora de liberar al pueblo francés de élites arrogantes que quieren dictar su conducta. Porque sí, yo soy la candidata de la gente. Hago un llamamiento a todos los patriotas sinceros, vengan de donde vengan, que lo esencial está en juego: la supervivencia de Francia. Es una llamado a la unidad nacional detrás de nuestro proyecto de recuperación», sentenció.

Macron aspira a convertirse, a sus 39 años, en el presidente más joven de la V República, mientras que la líder del Frente Nacional intentará ser la primera mujer en alcanzar la jefatura del Estado.

En quinto lugar, a gran distancia de los cuatro primeros, se confirmaría la debacle electoral del candidato socialista Benoît Hamon, con entre un 6% y un 7% de los votos, acosado incluso en ese lugar por el soberanista Nicolas Dupont-Aignan, quien apenas superó el 5%.

Será la primera vez que ninguno de los representantes de los dos grandes partidos de la V República francesa, socialistas y conservadores, estaría en una segunda vuelta. Por eso, el ambiente en el bunker de Macron, en la parisina Puerta de Versalles, fue de euforia absoluta, dominado por un único grito: «¡Macron, presidente!».