El expresidente Mauricio Macri retomará en Guatemala el camino que sembró durante años junto al escritor peruano Mario Vargas Llosa, uno de los principales referentes de la derecha ultraliberal latinoamericana. Lo hará a partir del miércoles próximo, como invitado especial del magnate guatemalteco Dionisio Gutiérrez, presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo y organizador del “V Encuentro Ciudadano Centroamérica, amenazas y oportunidades compartidas; un destino común».
La cita cuenta con el activo apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos y, a diferencia de los eventos anteriores, no contará con la presencia del ex premio nobel de literatura, que preside la Fundación Internacional para la Libertad, una de las principales plataformas de divulgación ideológica de la derecha liberal latinoamericana que tuvo al escritor como uno de sus máximas figuras de relevancia internacional. Aunque el próximo 28 de marzo Vargas Llosa cumplirá los 84, esta vez no participará del encuentro, a diferencia de otros organizados por la Fundación Libertad de Rosario y de la Fundación Pensar, que durante los últimos diez años realizaron distintos eventos en Buenos Aires para coincidir con el cumpleaños del laureado autor.
La ausencia de Vargas Llosa en ese evento significa una inflexión política. También un cambio de liderazgo que, posiblemente, será detentado por Macri, como el más flamante de los exmandatarios liberales y conservadores de la región. Esa nueva entronización regional será auspiciada por el empresario Gutiérrez, el segundo hombre más rico de Guatemala. Aunque lo niega, el magnate construye su candidatura presidencial, para disputar la sucesión de Alejandro Giammattei, que asumió hace un mes la jefatura de ese estado centroamericano en medio de tres crisis estructurales que definen su presente: la desnutrición infantil, el incremento de las pandillas mafiosas y el éxodo migratorio del llamado “Triángulo Norte” hacia Estados Unidos, que el presidente Donald Trump buscó conjurar con un inédito muro en la frontera con México.
Con ese escenario por delante, los invitados especiales serán los expresidentes de la región, pero el plato fuerte estará a cargo de Richard Kerlikowske, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza norteamericana, más conocida como la “U.S. Customs and Border Protection” (CBP) y de Kirsten Madison, secretaria de la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia del Departamento de Estado norteamericano. Junto a ellos estarán el ex encargado interino de DEA, Jim Milford y uno de los delegados del FBI para el América Latina, George Piro. También participarán Kevin McAleenan y James McCament, exsecretarios interinos del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security). A pesar de la promoción internacional del encuentro, todavía se desconoce el tenor de los paneles que encabezarán los funcionarios norteamericanos, pero se trata de especialistas de su Gobierno en dos temas de máxima preocupación: narcotráfico y control de fronteras.
La organización del evento también contará con el apoyo de la Fundación para el Análisis de los Estudios Sociales (FAES), un think thank español, financiado por el Partido Popular y liderado por su ex presidente José María Aznar, amigo íntimo de Macri, que realizó al menos tres encuentros internacionales de ese tipo en Buenos Aires.
Además de Macri y Aznar, la lista de exmandatarios incluye al estadounidense George W. Bush (2001-2009), al mexicano Felipe Calderón (2006-2012), al colombiano Andrés Pastrana (1998-2002), al costarricense José María Figueres (1994-1998), al uruguayo Luis Alberto Lacalle (1990-1995), al chileno Ricardo Lagos (2000 – 2006), al presidente saliente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, al secretario general de la OEA, Luis Almagro, y al intelectual venezolano Moisés Naím. También podría asistir el rey de España, Felipe VI de Borbón