En su tercera aparición pública de la semana, el presidente Mauricio Macri se presentó a una conferencia de prensa en la bodega Bressia en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, junto al gobernador Alfredo Cornejo y al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y en la mayoría de las respuestas reiteró los conceptos de sus dos anteriores alocuciones, tanto en el video demorado del lunes por la mañana, como en su discurso en la UIA del miércoles.

«No podemos vivir más de prestado ni gastar más de lo que tenemos. Eso genera inflación y es lo que más castiga a los argentinos. Ya tuvimos que atravesar seis tormentas consecutivas en los últimos nueve meses. Ahora estamos decididos a resolver los problemas para que sea la última crisis. Hoy estamos utilizando la crisis para resolver nuestros problemas de fondo», repitió con su comparación meteorológica preferida para referirse a la crisis que atraviesa el país, aunque abrió, justamente, el paraguas: » No sabemos si no va a venir una séptima tormenta en el mundo».

En ese sentido, también relativizó que los mercados y el valor del peso frente al dólar se hayan estabilizado después de los sacudones de las semana pasada. «No porque hayamos tenido tres días de tranquilidad en los mercados es que se han resuelto los problemas estructurales de la Argentina», dijo y optimista anunció que tanto los acuerdos para que se apruebe el presupuesto 2019 como el del FMI van a «dar tranquilidad sobre la demanda financiera» para que «se recupere el crédito privado, que se ponga en marcha la inversión y con eso, la economía».

Otro concepto que volvió a usar fue el de calificar de «malísimo» el aumento a las retenciones y retomó una idea de Lilita Carrió para quitarle dramatismo: «Lo hemos tomado como parte de una de emergencia, por eso es que se va a ir licuando durante el tiempo (por la devaluación)». En sentido también se refirió al valor del dólar en pesos e intentó quitarle dramatismo: «Creemos que el tipo de cambio que tenemos es sumamente competitivo pero nadie ha fijado un rango. No nos atemos a números, sino que sigamos trabajando».