El presidente Mauricio Macri encabezó este domingo en la residencia de Olivos el último capítulo de la agenda de 17 reuniones bilaterales y visitas vinculadas a la cumbre del G20: un encuentro con el mandatario chino Xi Jinping, el quinto que mantienen ambos desde 2016, y la segunda visita que realiza el líder oriental a la Argentina. La escena tuvo un impacto mayor a partir de la reunión que Jinping mantuvo el sábado por la noche con su par estadounidense Donald Trump, donde pactaron una tregua de 90 días a la guerra comercial que mantienen ambas potencias. Macri no fue ajeno a ese tironeo, especialmente después del desayuno de trabajo que tuvo el viernes con Trump en la Casa Rosada, pocas horas antes del inicio de la cumbre. Luego de la cita la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que ambos habían hablado de Venezuela y de «la actividad económica depredadora china» en la región. Macri desmintió a Sanders este sábado, luego de que la diplomacia china había dejado la aclaración en manos del país anfitrión para que «definiera la relación económica con Beinjing». Al mismo tiempo, el embajador argentino en China, Diego Guelar, aclaró que la administración de Cambiemos comparte la visión con Washington respecto a Venezuela, pero tiene otra lectura sobre el gigante asiático.
9000 millones de razones
La demostración de esa diferencia con Trump fue enunciada por Macri este domingo, cuando saludó a Jinping por ser reelecto por el Partido Comunista Chino como presidente, y firmó un nuevo acuerdo para ampliar el swap de monedas firmado en 2017 por 9.000 millones de dólares, con el fin de reforzar las reservas del Banco Central.
En la declaración que firmaron ambos presidentes, definen que «China y la Argentina tienen un complejo escenario internacional», mientras que el gobierno nacional «expresó su agradecimiento por el firme apoyo de la Parte china a los esfuerzos argentinos en respaldo de la estabilidad económica y financiera del país». Se comprometieron a profundizar «su cooperación fiscal y financiera con el swap monetario incluido, ampliando la liquidación en moneda nacional en el comercio y las inversiones bilaterales, animando a más instituciones financieras chinas y argentinas a instalar sucursales en la otra Parte para proporcionar apoyo y servicios financieros a los proyectos entre ambas Partes».
Mercosur – China
En materia comercial, tal como anticipó este diario, la Argentina declaró que «está dispuesta a promover el diálogo entre Mercosur y China», mientras que la potencia oriental «evaluó positivamente el importante papel que juega la parte argentina en los asuntos regionales, y apreció los esfuerzos argentinos por fomentar la integración regional y la cooperación de los países de la región con los extra-regionales»: un guiño al interés de Buenos Aires por llegar a un acuerdo de todos los miembros, o derogar la resolución 32 del año 2000 donde los socios plenos del Mercosur están obligados a negociar en bloque. Si ese cambio sucede Argentina estaría en condiciones de avanzar en negociaciones comerciales con la Unión Europea, con países asíaticos como Singapur o China y con el Reino Unido después de que se defina su salida del tratado de Maastricht, es decir, la aplicación del referendum de 2016, conocido como Brexit, que mandató al gobierno a salir de la eurozona.
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Malvinas y la Antártida
En términos políticos Macri «reafirmó el invariable apego de nuestro país a la política de una sola China», mientras que Jinping «reiteró el firme apoyo de su país a los derechos de soberanía de la Argentina en la Cuestión de las Islas Malvinas, así como a la reanudación de las negociaciones bilaterales encaminadas a la solución pacífica a la disputa, de conformidad con las resoluciones pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas». Todo un detalle para un mandatario anfitrión que el viernes mantuvo una reunión bilateral con la primer ministro británica Theresa May donde exploraron la posibilidad de avanzar en un acuerdo de libre comercio, pero bajo la garantía de no discutir sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
También en torno el archipiélago del Atlántico Sur, los dos países «acordaron potenciar los intercambios y la cooperación científica y logística antártica, en los términos del Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Antártica, suscripto el 25 de mayo de 2017».
Como gesto de amistad Macri le obsequió un caballo de polo al mandatario chino, dentro de un plan argentino de profundizar la promoción comercial del deporte, que ya han desarrollado ambos mandatarios en materia futbolística. La presencia de Jinping hasta este domingo, un dia después de la cumbre del G20, es la razón que extendió las restricciones de funcionamiento para la red ferroviaria y los alrededores del barrio porteño de retiro.
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La cita con Putin
Ambos mandatarios firmaron 35 acuerdos dentro un proceso de relanzamiento de la relación entre ambos países. La visita de Estado del mandatario oriental no fue la segunda reunión que celebra Macri a pocas horas de cerrar la cumbre del G-20. La primera se concretó este sábado por la tarde, con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, donde Macri insistió en el interés de «un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Económica Euroasiática”.
Ante su par ruso Macri se comprometió «a darle un verdadero impulso a esta negociación en el próximo semestre”, cuando el gobierno argentino tenga la presidencia temporaria del Mercosur.