La sorda hostilidad entre el presidente Mauricio Macri y el conductor televisivo Marcelo Tinelli se ha convertido en una cuestión de Estado, a juzgar por la centralidad que el tema adquirió en los portales de los medios hegemónicos y el hecho de que, en una conferencia de prensa en Casa Rosada, el jefe de Gabinete Marcos Peña debiera salir a despegarse de los ataques que viene recibiendo Tinelli en las redes sociales.
«No tenemos ningún problema con Marcelo Tinelli ni con el humor político», sostuvo Peña, tras expresar su solidaridad con el conductor de ShowMatch, y agregó: «Somos los primeros interesados en saber si hay alguien que usa herramientas para dañar la imagen de otra persona.»
Un par de horas después, Presidencia informó oficialmente que el presidente recibirá al conductor en la residencia de Olivos, mañana a las 12.
Durante la jornada de ayer, una catarata de tuits convocó a un apagón contra Tinelli, luego de que el propio Macri evidenciara en una entrevista con Jorge Lanata su malestar por la imitación que de él se hace en el programa más visto de Canal 13.
La estrategia no dio resultado, puesto que el show de Marcelo Tinelli tuvo un alto rating, si bien el conductor se cuidó de hacer referencia al conflicto que mantiene con el presidente y tampoco apareció en escena su imitador, el humorista Freddy Villarreal.
Días atrás, Tinelli había revelado un informe de una consultora que prueba que los miles de tuits en su contra provinieron en su enorme mayoría de bots, cuentas ficticias que el macrismo ya utilizó en campañas sucias contra candidatos rivales en el pasado, y no de usuarios reales.
En el epicentro de las desavenencias entre Macri y Tinelli estaría el manejo de la AFA, donde Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors y principal operador judicial de Cambiemos, desplazó al vicepresidente de San Lorenzo.