En reiteradas oportunidades y en pocos meses de gestión, Jorge Macri se encargó de dejar en claro que el Estado está para acompañar al sector privado. Una situación que en la Ciudad de Buenos Aires se repite desde hace casi 18 años y que, de seguir la misma herencia política en el gobierno, es muy poco probable que pueda llegar a cambiar. Este jueves, el ex intendente de Vicente López volvió a insistir en su línea de pensamiento y práctica política. “No hay una Ciudad viable sin el sector privado”, lanzó el jefe de Gobierno durante su discurso por el 100° aniversario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC).
En el mismo discurso, el mandatario porteño celebró que nuestro país esté frente a un «cambio de época y a un momento de grandes oportunidades”.
Según Jorge Macri, en la Ciudad hay 137.000 empresas que generan más de 1,6 millones de puestos de trabajo. Además, asegura que, sólo en el 2024, se exportó más del 50% de los servicios que exporta el país, que representa casi el 20% del Producto Bruto Interno nacional.
La ciudad de Jorge Macri
“No hay país ni Ciudad viable sin el sector privado como protagonista, y parte del cambio cultural que estamos viviendo en la Argentina tiene que ver con volver a celebrar el éxito del privado. Estoy convencido de que si al privado le va bien, al país y a la Ciudad les va bien”, señaló Macri en el Alvear Hotel frente a la presencia del presidente de la Nación, Javier Milei, y a más de 700 invitados.
En el lugar estaban presentes funcionarios públicos nacionales y provinciales, legisladores, representantes diplomáticos y de diferentes empresas.
Entre otras declaraciones, el primo de Mauricio Macri insistió: “Es momento de mirar otra vez nuestra capacidad de transformar realidades, algo que la política solo puede hacer en sinergia con el sector privado”.
En el mismo discurso Durante demasiado tiempo nos debatimos en discusiones que nos alejaron de un objetivo que nunca debimos abandonar: pensar y construir un país sobre los valores del mérito, la libertad y la cultura del trabajo, en vez de reemplazarlos por la cultura del subsidio, del atajo y del vale todo”.
Por último, el mandatario reforzó su línea: “La cultura del trabajo y el premio al mérito marcaron un ADN que sin duda empezamos a recuperar. Los argentinos decidimos dar vuelta la página”.