Tras pasar unos días de descanso y golf en Alta Gracia, Córdoba, el presidente Mauricio Macri retomó la actividad y se mostró disfónico por gritar los goles de Boca y, durante u nbreve contacto con la prensa, no quiso hablar del tema ganancias.
El mandatario visitó este lunes por la mañana un hogar infantil en la localidad bonaerense de Guernica, a 37 kilómetros al sur de la Capital, donde reafirmó el compromiso de la gestión de Cambiemos de que cada niño, no importa el lugar donde haya nacido, tenga las mismas oportunidades.
En su visita a la Casa del Niño y la Mujer Trabajadora, de Guernica, el jefe de Estado estuvo acompañado por la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y por la intendenta local, Carina Biroulet.
En un breve diálogo con medios locales, Macri dijo estar «disfónico» por gritar el domingo los goles de Boca y enmarcó su visita en una recorrida que su gestión realiza para chequear si se están llevando a cabo «tareas de remodelación de estos centros infantiles» e insistió con el objetivo de «lograr que cada chico tenga las mismas oportunidades ya que en estos lugares se los estimula y se los cuida, fundamentalmente.
El presidente evitó hablar sobre ganancias en una semana clave, ya que este miércoles el Senado podría convertir en ley la propuesta de la oposición.