Antes de iniciar su periplo por Qatar y China, el presidente presentó durante un acto en Tecnópolis el plan Argentina sin narcotráfico, una suerte de compromiso para la coordinación de la lucha contra el tráfico de estupefacientes.
Mauricio Macri aseguró que el anuncio no quedará en una foto, y aprovechó para criticar duramente las políticas desarrolladas por el kirchnerismo en esa área. Lo escuchaban, entre otros, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; el diputado Sergio Massa, líder del Frente Renovador; y representantes de la Iglesia Católica.
«Algo que nos duele preocupa y nos ha degradado es el avance del narcotráfico en nuestro país. Lamentablemente, ha avanzado mucho frente a la negación del problema por parte del Estado, que no puso el tema sobre la mesa para entender lo que estaba pasando y cómo resolverlo», afirmó el mandatario.
Macri agregó que «la droga genera un aumento exponencial de la violencia en la sociedad, ataca el núcleo más importante que tenemos en el país, que es la familia. Va captando chicos que terminan asesinando sin darse cuenta de lo que están haciendo.
Tras puntualizar que la droga corrompe a las personas e instituciones, el jefe de Estado dijo que hay que ganar esta guerra contra la droga. Luego, describió sin mayor detalle algunas medidas del plan, que incluye programas de prevención y de inclusión, aunque advirtió que no lo vamos a hacer de un día para el otro, pero lo importante es que ya hemos comenzado a recorrer el camino correcto».
Macri no se explayó esta vez sobre el rol que su gobierno pretendería asignar a las fuerzas armadas, a pesar de la batería jurídica que lo prohíbe, en el objetivo de «derrotar al narcotráfico», uno de los tres que se propuso el 10 de diciembre de 2015, al asumir su cargo. Pobreza cero y unir a los argentinos son los otros dos.